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Las muchas caras de la depresión

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Por: Héctor Coca

Psicólogo

 

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En el ambiente de salud mental, la depresión se considera el “catarro” de la mente. La mayoría de las personas, si no lo ha padecido, ha padecido sus síntomas.

La investigación presenta que existen cuatro factores que influencian el surgimiento de este trastorno de estado de ánimo.

Estrés diario- Los problemas diarios, el manejo del tiempo, las pobres destrezas sociales y de comunicación, los cambios abruptos, pérdidas, son ejemplo de las situaciones que de continuo representan el vivir. El ignorar la sobrecarga o estrés por tiempo prolongado se asocia al desarrollo de esta condición.

Construcción de la personalidad- Personas con trastornos en su personalidad (¿recuerdan al presidente que mencioné en mi artículo anterior?), problemas de autoestima, la gente que es muy rígida u obsesiva, los temerosos o dependientes de otros, los que no guían su vida y la ponen en las manos de fuerzas sobrenaturales u otras personas, los criminales, los que no pueden decir “no” a otros, los maltratantes, son algunos ejemplos de cómo nuestra manera de ser y sus lagunas contribuyen a la depresión.

Factores biológicos- Si la persona promedio tuviera idea de lo delicado física y emocionalmente que es un niño, muchos menos decidirían asumir la responsabilidad de la crianza. Desde que estamos en vientre materno, lo que hacen o dejan de hacer estas personas con ese bebé será un predictor de la formación y funcionamiento de ese cerebro y la posibilidad de depresión en el futuro. En el momento del parto, su impacto a nivel cerebral también tendrá su influencia. El manejo de este niño (falta de afecto, caídas, sacudidas, tensión en el hogar, sobrepeso) se relaciona a la posibilidad de problemas de estado de ánimo en la adolescencia. Si durante este tiempo en que todavía no estamos plenamente desarrollados comienza un consumo de alcohol y otras drogas (ej. Marihuana) comienzan a suceder cambios en el funcionamiento y producción de los químicos cerebrales (neurotransmisores), lo que se convierte luego en la manera permanente de funcionamiento de ese cerebro. Esto puede ocasionar una vida adulta de depresiones frecuentes.

Genética- Continua la búsqueda de el “gen” de la Depresión, el cual no se ha encontrado. Lo que sí se sabe es que el cerebro se forma y funciona, en parte, por herencia biológica. Dependiendo de cómo está construido existe también la tendencia, junto al resto de los factores, de desarrollar esta condición.

Pero la genética no es el destino. El cerebro se moldea continuamente. Este fenómeno también sucede cuando estamos en tratamiento psicológico y psiquiátrico. La combinación frecuente entre terapia cognoscitiva y conductual, junto con la mediación muestra tener la mayor efectividad.

No toda persona que está en tratamiento psicológico necesita medicación, pero quien está en medicación por problemas de salud mental debe estar siempre en tratamiento psicológico.

Los trabajos de Aaron Beck, y otros teóricos en el tema, muestran que cambiar la manera en que pensamos es el enfoque de tratamiento más efectivo para la recuperación por depresión. Esto significa que nos deprimimos mayormente por decisión personal. Es hora de parar el intento de evadir la depresión automedicándonos con alcohol, drogas, o tratando de ignorar que está ahí. Existe tratamiento, es efectivo y puede ser que descubras que era menos difícil de lo que pensabas.