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Vecinos de El Faro: vigilan el mar a la espera de un hogar seguro

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Por Sara R. Marrero Cabán

redaccion@esnoticiapr.com

 

GUAYANILLA – El pescador Miguel Ángel Pola Borrero reconoció la madrugada del 7 de enero de 2020 un peligro inminente para El Faro. El silencio de las aves y las aguas inmóviles de la playa eran parte del presentimiento.

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Minutos después, la tierra tembló. Un terremoto de magnitud de 6.4 que desplazó el terreno 5.5 pulgadas, o 14 centímetros, bajo el nivel del mar, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés).

El agua del mar inunda la comunidad El Faro en Guayanilla (Tony Zayas)

Hoy día, la comunidad aún está sumergida en aguas marinas y sus residentes viven en un estado de emergencia constante, con mochilas de emergencia preparadas en sus carros. Sin embargo, cada día la esperanza por un nuevo mañana se fortalece.

Pola Borrero confía en que la administración municipal entrante, liderada por el alcalde electo Raúl Rivera Rodríguez, será benéficiosa para la comunidad.

Es por esto que aledaño a los escalones que conducen a su casa de madera y a solo pulgadas sobre las aguas que inundan su patio, cuelga su apoyo por el alcalde.

“¿Por qué crees que lo tengo allí?”, preguntó mientras señalaba el cartel.

Camioneta de Miguel Ángel Pola Borrero estacionada frente a su casa de madera (Tony Zayas)

“Para nosotros, la gente de El Faro es una gran prioridad. Sus casas están sumergidas en el agua. Tenemos que buscar la forma de cómo nosotros podamos trabajar con esta población, pero con mucha empatía y mucho respeto. No es cuestión de que lleguemos allí y comenzamos a derribar la casas porque nos da la gana. Queremos trabajar para ellos”, aseguró el alcalde.

La administración municipal saliente, capitaneada por el ahora exalcalde Nelson Torres Yordán, facilitó a los residentes -a mediados del 2020- escrituras de usufructo para que pudieran cualificar para ayudas de parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés). En el 2003, el municipio adquirió los terrenos- que forman parte de herencias otorgadas hace un siglo a las familias de los residentes, quienes laboraron para el dueño de la azucarera La Central Rufina, Mario Mercado-mediante una ordenanza municipal.

No obstante, se le dificultaba a los residentes recibir títulos de propiedad de sus hogares por estar edificados en terreno ahora clasificado como zona inundable. Fue por esto que el exalcalde optó para que los residentes obtuvieran títulos de usufructo.

Más aún, los residentes expresaron que el documento tiene poca utilidad, ya que las agencias aún están reacias en asistirlos.

“No ayuda en nada, porque cuando vas a pedir un arreglo aquí te van a decir ‘¿en dónde usted vive?’ y rápido te dicen ‘¿ahí es donde se está hundiendo?’”, dijo Ángel M. López Troche, quien vive en la comunidad por los pasados 10 años.

Ángel M. López Troche (Tony Zayas)

“(La ayuda fue) mínima. Mi casa tuvo daños y FEMA nos ayudó, pero no cogió casi nada. Aquí el pueblo de Puerto Rico ha ayudado. Más nadie. El alcalde que salió electo se ha comunicado con nosotros. Él quiere resolver el problema de una forma u otra. Pero, hay que esperar a ver”, comentó Mónica Rodríguez, residente y propietaria del negocio Terraza El Faro.

¿Qué los ata?

“Esto es un sitio tranquilo, de buenos vecinos. Me mantiene que esa casita lo hice con lo que me dio la Policía cuando me retiré.  Lo invertí aquí. Sigo aquí por eso. Después de que tú (estás) 31 años trabajando para tener tus cositas y que las tengas que dejar, no. Yo no me voy de aquí hasta que una ola del mar me toque esa casa. No me voy”, reiteró López Troche.

El hombre busca reestablecer su negocio de venta de comida en un carro ambulante. “No hay más ná. ¿Qué vamos a hacer? No hay para dónde irnos, los recursos se están acabando”, comentó Rodríguez.

“No le tengo miedo a nada. Yo decidí vivir aquí”, aseguró Pola Borrero con su mirada fija hacia el mar.

Miguel Ángel Pola (Tony Zayas)