Por Redacción Es Noticia
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La jueza Sophia Ramos Ríos encontró causa para arrestar a Miguel Rivera Bonilla por supuestamente asesinar a su hermano Marcos Rivera Bonilla y quemarle la guagua en un fratricidio ocurrido en diciembre pasado, en Juana Díaz.
El fiscal Alberto Flores Bermúdez presentó y hubo causa para arresto en los cargos de:
- Asesinato Primer Grado (1 Cargo) $ 100,000
- Violación a la Ley de Ley de Armas:
- Artículo 6.06 (1 cargo) $ 50,000
- Artículo 285 (2 cargo) $ 50,000 x 2 = $100,000
- Artículo 283 (1cargo) $ 50,000
La fianza global del caso fue de $300,000. No se informó si la pagó. La vista preliminar fue pautada para el 23 de enero. Según había trascendido el crimen fue tras una disputa por la herencia.
La victima fue identificada como Marcos Rivera Bonilla, de 76 años y residente en el barrio Rio Cañas Abajo, en Juana Díaz, un pensionado sin récord criminal.
El supuesto autor del crimen fue identificado como Miguel Rivera Bonilla, de 64 años, también residente en el barrio Río Cañas, en Juana Díaz.
La Policía informó que la investigación apunta a que Miguel Rivera Bonilla tuvo una discusión con su hermano Marco y lo golpeó con un objeto contundente ocasionándole la muerte.
El incidente ocurrió en la residencia de ambos, en Juana Díaz, en Juana Díaz. Miguel arrojó el cuerpo de su hermano debajo de un puente, en el barrio Peñuelas, en Santa Isabel, un vertedero clandestino donde cubrió el cuerpo con basura y escombros. Luego se llevó la guagua del occiso y la quemó en su totalidad.
El Instituto de Ciencias Forenses necesitó una prueba de ADN para comprobar que el cuerpo hallado en avanzado estado de descomposición -10 de diciembre de 2024- debajo de un puente era el de Marcos.
«Tenemos la esperanza de que no sea él», había expresado Marcos Rivera Peña, el mayor de los cinco hijos del infortunado y quien indicó a Es Noticia que desde un principio sospechaba de dicha persona y la describió como «maquiavélica».
«Desde que comenzó la investigación esto no pintaba bien. Todo apuntaba a mi tío», dijo el hijo mayor del infortunado. Explicó que tras la desaparición de su padre tuvo que ver a su tío unas 3 o 4 ocasiones y tratarlo como cualquier otra persona cuando sospechaba que él era culpable de la desaparición. «No fue fácil», describió.
La guagua Cherokee 1996 hallada a la entrada al vertedero de Santa Isabel, completamente quemada y cerca del lugar donde encontraron el cadáver, era propiedad de Marcos, quien fue reportado desaparecido. La desaparición la reportó el hijo mayor.
Rivera Peña explicó que la vecina y hermana de don Marcos llevaba días que no veía la guagua y le extrañó por lo que se pusieron en contacto. El hijo recorrió diversas comunidades cercanas para intentar ver la guagua, pero no la encontró.
No obstante, recibió una llamada de la Policía en la que informaron que pasara por el Cuartel porque habían encontrado la guagua quemada.
La Policía continúo rastreando cerca de donde fue hallada la guagua y al día siguiente -viernes- se topó con el cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición.
El cuerpo estuvo sin reconocer en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), quienes solicitaron a Rivera Peña, residente en Ponce, que llegara a esas oficinas porque iban a tratar de identificar el cadáver con pruebas de ADN.
Rivera Peña aseguró que su padre no tenía problemas con otras personas y que estaba retirado y se la pasaba tranquilo en su vivienda en Río Cañas, donde lo vieron por última vez el pasado primero de diciembre.
El cuerpo del hombre sería entregado a la familia, en las próximas horas, para un servicio religioso en una funeraria en Juana Díaz.
