Por Redacción Es Noticia
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PONCE – La alegría de Julia León Medina era contagiosa.
“Esto no se da todos los días”, respondió a la pregunta de si la estaba pasando bien, esto entre la algarabía de la fiesta para celebrar sus 100 años de vida.
La mayoría de sus once hijos estaban presentes. También parte de sus 30 nietos, de los 25 biznietos y dos tataranietos. La familia se ha multiplicado durante esos 100 años.
La glorieta del complejo de apartamentos para adultos mayores, Villa Ponce, en esta Ciudad, estaba llena de visitantes, músicos y amigos de doña Julia, quien quedó viuda hace unos años.
Doña Julia es pachanguera. “Julita es una de las residentes más bullangueras de Villa Ponce”, describió María León, la esposa de uno de los nietos. Mencionó que le gusta cantar música de mariachis, de tríos y el merengue.
Disfrutó la música mientras agitaba su maraca. El mariachi Javier Torres le cantó varias canciones mientras doña Julia se mostraba feliz con su traje azul celeste, una corona de cumpleañera y una banda sobre el vestido con el mensaje: “Bendición de Dios 100 Años”.
La centenaria mujer es la que más tiempo lleva residiendo en Villa Ponce. Un total de 32 años, destacó Astrid Santiago, directora del lugar.
Doña Julia fue la que inició la celebración de las Fiestas de Cruz en el complejo de apartamentos, explicó Santiago, quien resaltó que a doña Julia le gusta cantar y disfruta mucho de tocar las maracas, una costumbre que no ha perdido.
Otra de las acciones por la que la recuerda es por ser muy activa en los deportes. Precisamente, por motivo de haberse involucrado en actividades deportivas, Ramón Rodríguez, conocido como ‘Finca’, aprovechó la fiesta de cumpleaños para entregarle una medalla.
“Siempre se inventaba algo para estar en el deporte”, resaltó Rodríguez.
Doña Julia es oriunda de la comunidad Montes Llanos, en Ponce. Aseguró que estudió hasta tercer grado, por lo que aprendió a leer y escribir. Sus padres eran agricultores. Se casó con Pedro del Valle, con quien tuvo sus 11 años.
Algo que todos le admiran es que a sus 100 años no tiene padecimientos que le requieran tratamiento o medicamentos a diario, explicó León, la esposa de uno de los nietos.