Por Sara R. Marrero Cabán
PONCE – Los estímulos federales durante la pandemia como el desempleo, el Pandemic Unemployment Assistance-mejor conocido como PUA-y los incentivos federales podrían ser una de las razones detonantes que ha alejado a cientos de personas a reintegrarse al campo laboral.
Máxime, cuando los beneficios se eliminan al generar ingresos, aunque la compensación monetaria no satisface a los obreros.
“Los incentivos han generado esta crisis de mano de obra para el país que lo que se traduce es no tan solo que hay una reducción en la cantidad de mano de obra disponible para apoyar a los sectores económico-como por ejemplo la agricultura-sino que se está deteriorando la calidad del recurso humano también. Lo que queda disponible cada vez es de menos calidad y eso las empresas lo pueden decir”, interpretó el economista y catedrático de la Pontificia Universidad Católica, Edgar Rodríguez.
Es por esto que el economista recalcó que es necesario incentivar a los empleados sin penalizarlos.
“Ciertamente, la paga no es suficiente. La estructura está diseñada de tal manera que si tú aumentas un poco los ingresos por trabajar, obviamente te quitan todas las ayudas. Esa estructura ‘paga versus incentivos federales’ es la que hay que trabajar y que hay que ajustar para que ese empleado se mantenga y se motive a buscar trabajo. Aquí hay personas de distintas destrezas”, detalló.
“Es complicado decirle a un gobierno ‘mira, no me des más chavos’. El problema es que, en la medida que nos den más chavos, menos gente va a estar dispuesta a trabajar.
Tienes que crear una estructura que sea de búsqueda de trabajo y no de depender de transferencias federales. Eso lo llevamos diciendo los economistas hace mucho tiempo”, reiteró.
Menos obreros por la migración
Otro factor detonante de la poca participación laboral es la migración, señaló Rodríguez.
“Aquí ha migrado gente de todo tipo de diferentes destrezas. No tan solo son los médicos, no tan solo son los ingenieros. Se ha ido de todo y en la medida de que eso ocurre, cada vez menos mano de obra disponible para todos los sectores, incluyendo la agricultura. Tenemos que de una manera promover que estas personas que llevan mucho tiempo que no están dentro del mercado laboral formal. Mucho tiempo. Esas son las personas que hay que sacar, halar y ponerlos a (trabajar), pero hay que darle los incentivos para que se queden y eso envuelve aumentos en la paga”, dijo.
La Oficina del Censo de los Estados Unidos reportó que durante la década del 2010 al 2020, la población boricua decreció por un 11.8%, para una total de 3,285,874 habitantes.
“El gobierno y el sector privado-junto a las universidades-deben unirse para esos muchachos que se están graduando (y) crearles a esas personas las estructuras, el conocimiento, las destrezas para que formen empresas aquí, porque si no forman las empresas aquí y no los motivamos a que se unan con otras empresas, esas personas, esos jóvenes, esos jovencitos recién graduados se van a ir y se están yendo. Pero, si tú les creas las estructuras de financiamiento, de apoyo, de consejería en relación de cómo exportar, cómo crear nuevos productos, cómo crear nuevas ideas, esos muchachos se van a quedar aquí, por lo tanto, van a producir. Me estoy refiriendo a todos los sectores económicos”, agregó.
A unir esfuerzos
Con la merma de empleados, decrece la calidad de obreros, observó Rodríguez. Es por eso que recomendó más adiestramientos y alianzas públicas y privadas para fortalecer el recurso humano local.
“En la medida de que los mejores talentos se van-dando mejores oportunidades con salario más alto, beneficios, más altos-, obviamente el ‘pool’ de trabajadores va a estar compuesto de obreros de menor calidad. Eso va a llevar a la empresa a tener que adiestrar y readiestrar. Tiene que haber un alineamiento entre las destrezas de los empleados que hacen falta y lo que está produciendo las universidades. Lo que está necesitando el país-en términos de mano de obra-no es lo que está produciendo las universidades. Y eso es un problema crítico, un problema de deterioro, capital humano que está produciendo el país para satisfacer la demanda de mano de obra de las empresas de Puerto Rico”, sugirió.