Por Cellymar Zaragoza
Pediatra
PONCE – Luego de un año atípico y de educación a distancia, el regreso a las aulas de clase trae consigo las acostumbradas pruebas de rutina para salvaguardar la salud de los menores y garantizar que estén creciendo adecuadamente.
“Hemos tenido un año irregular y a raíz de esto puede que muchas personas no estén al día con las pruebas de cernimiento que deben realizarse los niños ante el regreso a clases, pero este proceso es sumamente importante para poder identificar condiciones que puedan afectar el desempeño de los menores y así tratarlas a tiempo”, sostuvo la Dra. Cellymar Zaragoza, pediatra en el Centro Médico Episcopal San Lucas en Ponce tras destacar que cada caso se evalúa de manera individual y las pruebas dependerán de distintos factores, como por ejemplo, el historial familiar o factores de riesgo.
Según la especialista, algunas de las pruebas más comunes incluyen hemoglobina, electrolitos o azúcar en ayuna, pero en algunos casos -donde existen factores de riesgo- se podrían realizar muestras de hormona tiroidea o niveles de colesterol.
“Debemos identificar ciertas condiciones que potencialmente puedan afectar el procedimiento de aprendizaje. Por ejemplo, antes de que el niño comience algún programa preescolar, debemos asegurarnos de que el infante vea y escuche bien y para esto es necesario realizarle un examen audiológico y oftalmológico”, añadió Zaragoza.
Por otra parte, los pediatras también recomiendan que los menores visiten al dentista al menos dos veces al año, pero el Departamento de Salud solo exige una certificación de examen oral en los grados de kínder, segundo, cuarto, sexto, octavo y décimo, antes del comienzo del año escolar.
En el listado para el regreso a clases, adicional a los materiales o cualquier utensilio que requieran los menores, Zaragoza explicó que los padres deben verificar la hoja verde de vacunación porque esta debe estar vigente en cada año escolar.
“Ahora debemos añadirle las pruebas de detección de COVID-19 porque en muchas instituciones la solicitan para asegurarse de evitar la propagación de este virus o cualquiera de sus variantes. A estos efectos, es sumamente importante que los padres estén conscientes de que está altamente recomendado que todas las personas elegibles para vacunarse contra el COVID-19 completen sus dos dosis antes de regresar a los planteles escolares”, agregó.
Asimismo, la vacuna de influenza está disponible para los pacientes a partir de los seis meses de edad y, aunque no es obligatoria de parte del Departamento de Educación, es altamente recomendada por los pediatras. “Esta vacuna, que se hace doblemente importante por el COVID-19, usualmente está disponible a finales del mes de agosto o comienzos del mes de septiembre. Otras vacunas de seguimiento incluyen aquellas realizadas a los 4, 11 y 16 años. Es de suma importancia seguir las recomendaciones de salud, cuidar condiciones crónicas y prevenir todos los eventos que puedan complicar el desempeño de los estudiantes”, concluyó Zaragoza.
La oficina de la Dra. Cellymar Zaragoza está ubicada en la Suite 717 de la Torre Médica San Lucas. Para citas o servicio de telemedicina puede llamar al 787-841-5549 y 787-842-3500. Para información sobre el Centro Médico Episcopal San Lucas y otros servicios puede visitar su página web: www.sanlucaspr.org, seguirles a través de Facebook, Instagram, LinkedIn, Twitter y YouTube o comunicarse al 787-844-2080.