Por Ana Delma Ramírez
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El rol de estas madres deportistas ha sido pieza clave en el desarrollo deportivo de sus hijos y son ellas las que más allá de las celebraciones y frustraciones como fanática, viven el día a día que conlleva los triunfos de sus retoños.
La voleibolista Mónica M. Gutiérrez López de Victoria, considerada una de las jugadoras más completas de Puerto Rico es integrante de Las Leonas de Ponce y de equipo nacional. Hija del reconocido baloncestista (termino reconocido por la RAE) Tomas “Guabina” Gutiérrez.
Mónica es madre de dos jugadoras de voleibol y una nieta adolescente que también practica ese deporte.
Sus hijas, Edgaris Franchesca León (hija del canastero Edgar León) y Paola Peña han jugado desde categorías menores y a nivel universitario con el Miami Dade Community College, institución donde curiosamente han jugado las tres madres e hijas.
Actualmente todas ellas viven en Estados Unidos y Franchesca tiene una niña de 11 años, Isabella Valera León, quien da sus primeros pasos en voleibol escolar.
Franchesca resaltó la herencia deportiva de su madre Mónica, la que describió como “duradera”.
“Nos inculcó ese amor por este deporte, siempre estaremos orgullosas y agradecidas de su apoyo y dirección”, expresó.