Por Redacción Es Noticia
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El jayuyano Edwin Torres Reyes no se imaginó el impacto que tendría el relato de convertirse de escolta de pacientes de una Sala de Emergencias hasta graduarse de gastronterólogo pediátrico y regresar a esa institución con la bata blanca de médico.
«Ésta es la historia de como los sueños no se hacen realidad solos», escribió en un relato que recién público en las redes sociales junto a la foto de sus dos tarjetas de identificación como empleado del hospital.
Explicó que «entre el 2006-2007 trabajé como Escolta de pacientes, en el Hospital Pavía, en Santurce, y desde el primer momento en que se abrió la puerta, supe que este era mi lugar, y por el cual lucharía contra todo pronóstico».
«Un jibarito de Jayuya, proveniente de un hogar de una madre soltera, pero fajona, de escasos recursos, donde trabajé desde high school como empacador (“bagger”) en Econo luego de clases. Alguien me dijo que soy como el Bad Bunny de la medicina».
«Trabajar como Escolta en Pavia me permitió conocer las diferentes áreas de la Medicina, claro desde lejitos, pero de cerca con cada paciente, aunque fuese por unos minutos».
«Para ese entonces estudiaba en la UPR-Río Piedras con una meta muy clara: convertirme en Pediatra».
«Sabía que para lograrlo tenía que ‘enrollarme las mangas’ y nunca quitarme, a pesar de todas las dificultades que pudieran presentarse en el largo camino de la Medicina».
«En 2009 me fui a Guadalajara, México, para emprender mi carrera. Sin ningún miedo. Enfocado. Allá tuve la oportunidad de trabajar con los niños más necesitados, para reafirmar mi sueño de querer convertirme en Pediatra».
«En 2017 regresé a Puerto Rico donde pude realizar mi especialización en Pediatría. Para luego trasladarme a San Antonio, Texas, y completar la subespecialización en Gastroenterología Pediátrica».
«Hoy, 19 años luego de haber salido de mi escuela superior en Jayuya, puedo volver a decir que regreso a casa. Esta vez desde el Hospital Pavía en Arecibo, en la misma institución (PAVIA) que me abrió las oportunidades en 2006».
«Hoy puedo decir que los sueños no se cumplen solos. Hoy puedo confirmar que cualquier decisión incorrecta en el camino, pudo haberme tronchado mi anhelo de convertirme en Pediatra. Hoy puedo decirle a los jóvenes que no hay sueños difíciles, si los trabajas con enfoque y dedicación. Hoy puedo decirle a mi País que le devuelvo el favor de haberme formado. Hoy puedo decirle a los niños que en Arecibo, estoy para ayudarlos», expresó.
Horas después de esas expresiones escribió su agradecimiento la pueblo que le felicita su gallardía y gesta humilde.
«Estoy sumamente agradecido por cada mensaje, repost/share, y muestras de cariño de todos. No se imaginan la alegría de saber que mi historia haya sido de motivación y para usar de ejemplo a seguir para muchos jóvenes, estudiantes, maestros, padres, incluso profesionales que por alguna razón u otra no pudieron completar sus estudios», expresó.
«Espero en el futuro seguir leyendo historias así como la mía, pues la juventud puertorriqueña tiene el potencial. Yo atenderé los niños (as)/adolescentes desde un punto médico, pero también llevando el mensaje de que SI SE PUEDE! Que persigan, trabajen y luchen por sus sueños, por que como mencioné en mi escrito original, los sueños no se hacen realidad solos», dijo.