Por Dra. Rocío M. Zayas García
Directora Departamento Psicología
Centro de Salud Conductual – CMESL
Construir relaciones de parejas puede considerarse un reto, pero nunca debe olvidarse que día a día ese debe ser el objetivo principal. Se podrían considerar tres aspectos esenciales para lograr esa meta: respeto, comunicación y confianza.
El respeto establece la capacidad que debemos tener para preocuparnos por el impacto de nuestras acciones. En las relaciones de pareja, el respeto abarca los límites sexuales, los límites físicos y los límites emocionales.
Los límites sexuales promueven que ambas partes se sientan cómodas en la relación sexual y que puedan expresar que desean y que no. Los límites físicos incluyen el respeto por el espacio personal, sobre todo, en las discusiones.
El tacto físico y las muestras de afecto siempre deben estar acompañadas de un sentimiento de comodidad por quien los recibe. Los límites emocionales incluyen el efecto de las palabras y acciones que generan dolorosas heridas emocionales y que una de las partes utilice como defensa.
La comunicación, considerada como el acto de interacción entre las personas que promueve la comprensión, es un elemento esencial en una relación de pareja saludable.
El uso de un lenguaje ofensivo, degradante, que genere culpabilidad, que provoque temor o baja autoestima, debe ser considerado como una señal de alerta. La expresión de emociones, preocupaciones y frustraciones debe ser fluida, de lo contrario debe manejarse antes de que se generen actos violentos que pongan a cualquiera en peligro. Cuando se generan desacuerdos la comunicación basada en el respeto debe ser siempre utilizada.
Por último, la confianza es uno de los pilares de una relación de pareja saludable. Sin confianza de ambas partes se genera una relación basada en la inseguridad, el miedo y las dudas.
Generalmente, al hablar de confianza, pensamos en lo que debe realizar la otra parte que se encuentra comprometida con una relación. Sin embargo, la autoconfianza genera confianza en la pareja. La valoración, percepción o juicio que una persona tiene de sus propias capacidades plantea la creencia de que somos capaces, entre otras cosas, de satisfacer nuestras necesidades y las exigencias de mi entorno.
Confiar en si mismo promueve la confianza en el otro ya que en muchas ocasiones la desconfianza hacia la pareja es un reflejo de nuestras propias inseguridades y temores. Es importante resaltar que el concepto de confianza en la pareja es construido por ambos y que la falta de confianza puede manifestarse de muchas formas, entre ellas, las exigencias de invadir la privacidad, la vigilancia de las acciones, el escogido de las personas con quien se comparte, entre otras. Estas son señales de que una las partes no confía plenamente en la otra provocando un deterioro en la relación.
El evaluar tu relación de pareja es una practica correcta, incluso, nos permite trabajar a tiempo aquellos aspectos que pueden mejorar y fortalecer la relación. En una relación pareja saludable ambos se valoran, se respetan, promueven su individualidad y se sienten libres de elegir con quien desean compartir su vida. Si se hace evidente que algo en tu relación de pareja no está funcionando, considera recurrir a un profesional que pueda tener una perspectiva diferente de la situación ayuden a identificar los obstáculos que les impiden avanzar.
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