Por Redacción Es Noticia
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Las condiciones atmosféricas y oceánicas han preparado el escenario para una temporada de huracanes extremadamente activa, que podría ser una de las más intensas registradas.
Con el pico de la temporada de huracanes acercándose rápidamente, el Servicio Nacional de Meteorología de NOAA insta a todos a conocer sus riesgos, prepararse para amenazas como vientos dañinos, marejadas y lluvias intensas, y tener un plan en caso de evacuación.
En la actualización de mitad de temporada, los meteorólogos del Centro de Predicción Climática de NOAA ajustaron el número de tormentas con nombre esperadas a entre 17 y 24, de las cuales entre 8 y 13 podrían convertirse en huracanes, incluyendo entre 4 y 7 huracanes mayores. Esta perspectiva actualizada es similar a la emitida en mayo e incluye las tormentas nombradas hasta la fecha.
La temporada de huracanes se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre.
“La temporada de huracanes comenzó de manera temprana y violenta con el huracán Beryl, el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Atlántico”, dijo Rick Spinrad, administrador de NOAA en declaraciones escritas.
“La actualización de la perspectiva de la temporada de huracanes de NOAA es un recordatorio importante de que el pico de la temporada está cerca, cuando históricamente se producen los impactos más significativos”, agregó.
En la cuenca del Atlántico, una temporada típica genera 14 tormentas con nombre, de las cuales siete se convierten en huracanes y tres en huracanes mayores.
Las condiciones atmosféricas y oceánicas continúan respaldando una temporada de huracanes del Atlántico 2024 por encima de lo normal, con una probabilidad del 90 por ciento de este resultado.
La temporada de huracanes del Atlántico 2024 ya ha tenido impactos significativos:
•La tormenta tropical Alberto se formó el 17 de junio y provocó casi un pie de lluvia en partes de Texas y Nuevo México, desencadenando emergencias por inundaciones repentinas.
•El 1 de julio, el huracán Beryl se convirtió en la tormenta de categoría 5 más temprana registrada en la cuenca del Atlántico, causando daños catastróficos y aproximadamente 20 muertes en varias islas del Caribe, además de unas 25 muertes preliminares en Texas, Luisiana y Vermont.
“Beryl rompió múltiples récords en la cuenca del Atlántico, y continuamos viendo las características climatológicas de una temporada activa”, dijo Matthew Rosencrans, principal meteorólogo de la temporada de huracanes del Centro de Predicción Climática de NOAA.
Los factores que podrían influir en el pronóstico de este año incluyen temperaturas del mar más cálidas de lo normal, menor cizalladura vertical del viento, vientos alisios más débiles y un monzón africano occidental fortalecido. Además, se espera que el aire seco del Sahara, que impidió el desarrollo de tormentas durante parte del verano, disminuya en agosto.
Un factor climático en curso es la fase cálida de la Oscilación Multidecadal del Atlántico, que ha favorecido temporadas de huracanes más activas desde 1995. Otro factor este año es la posibilidad de que se desarrolle La Niña, lo que podría debilitar aún más la cizalladura del viento sobre la cuenca del Atlántico, permitiendo que las tormentas se desarrollen e intensifiquen.