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Guánica: abatido por la pobreza y la vulnerabilidad social

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Por Nydia Bauzá
redaccion@esnoticiapr.com

 

GUÁNICA – El 7 de enero de 2020 el municipio del Eterno Verano en Puerto Rico perdió escuelas, edificios de gobierno y muchos residentes vieron derrumbarse sus hogares con la sacudida del terremoto de 6,4 grados.

Seis años después todavía hay viviendas y estructuras agrietadas que no han sido reconstruidas, en algunos sectores yacen restos de cemento y varillas retorcidas, mientras estudios de la Oficina del Censo de Estados Unidos revelan que cerca de un 90% de los guaniqueños vive bajo condiciones de vulnerabilidad social para enfrentar nuevos desastres naturales.

Estos hallazgos se suman a que un 65% de la población de Guánica vive niveles de pobreza, colocándolo como el municipio más pobre de Puerto Rico. La tasa de pobreza para toda la isla es de 39.6%.

Los datos surgen de las Estimaciones de Resiliencia Comunitaria (ERS en inglés) sobre Puerto Rico y sus municipios de 2022 y de la Encuesta de Comunidad del Censo federal para el 2023.

La demógrafa Judith Rodríguez Figueroa explicó que la vulnerabilidad social se mide por indicadores de pobreza, discapacidad, cuidadores, hacinamiento en el hogar, acceso a vehículos de motor, presencia de internet de banda ancha, empleo, educación, edad y seguro de salud.

Según los datos censales el 58.1% de los habitantes de Guánica muestra al menos tres o más factores de vulnerabilidad social y un 32.1% presenta uno ó dos. “Casi la totalidad de la población, es decir, un 90.2%, enfrenta dificultades que podrían obstaculizar su capacidad de recuperarse ante desastres”, alertó la catedrática jubilada de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico en entrevista con Es Noticia.

Rodríguez llamó la atención a que un 64.7 % de los guaniqueños está por debajo de los niveles de pobreza y cuando se examina los grupos de edades, para los menores de 18 años, la tasa de pobreza se eleva a un 74.6%. Para el grupo de 18 a 64 años esta tasa es de un 64.2% y para los de 65 años en adelante, 59.7%. La demógrafa consignó además, que del total de 5,583 hogares en Guánica, unos 3,335 reciben cupones de alimentos, lo que representa un 59.7% de la población (6 de cada 10 hogares).

Destacó que además de Guánica, los municipios de Lajas, Las Marías, Maunabo, Quebradillas, Utuado y Vieques, tienen registros que indican que más del 50% de sus habitantes posee al menos tres elementos o más de vulnerabilidad social, lo que limita su capacidad para afrontar desastres. Otros diez municipios de la región sur figuran con altos índices de vulnerabilidad social: Salinas (49.26%); Patillas (48.8%); Ponce (47.29%); Adjuntas (47.28%); Coamo (46.98%), Santa Isabel (46.48%), Guayanilla (44.71%); Arroyo (43.38%); Yauco (42.43%) y Guayama (41.99%).

Rodríguez sostuvo que mientras unos municipios tienen varios indicadores de vulnerabilidad social, Guaynabo (23.8%) es el municipio que presenta el mayor porcentaje de población sin elementos de vulnerabilidad social. Especificó que una cuarta parte de la población de Guaynabo no muestra ningún elemento de vulnerabilidad social.

La investigadora indicó que Guánica, que obtuvo el mayor registro de vulnerabilidad social, y Toa Alta, que obtuvo el más bajo, ilustran las marcadas desigualdades económicas y sociales en Puerto Rico. “Aunque el país tiene un tamaño relativamente pequeño en comparación con el resto de las islas que conforman las Antillas Mayores, las diferencias en los índices de vulnerabilidad social a través de los 78 municipios son significativas, sobre todo, entre los pueblos cercanos a San Juan y los más distantes a la ciudad capital. San Juan ha sido por muchos años el principal centro económico, brindando de esta manera grandes oportunidades de crecimiento a los municipios aledaños”, contextualizó.

Explicó que con la excepción de los municipios de Gurabo y Las Piedras, el resto de los primeros 10 municipios con mayor cantidad de personas sin ningún tipo de elemento de vulnerabilidad presente se ubican en la parte norte de la isla, en una línea recta que va de este a oeste, desde Carolina hasta Dorado. “Al menos una quinta parte de los residentes de estos municipios no enfrenta dificultades sociales al lidiar con la llegada de un huracán u otro desastre”, detalló la demógrafa.

“En contraste los residentes de municipios con uno o más elementos de vulnerabilidad social pueden experimentar un mayor grado de dificultad social. La mayoría de estos pueblos se encuentra en la parte sur del país”, sostuvo.

En términos generales explicó que para 2022, excluyendo instalaciones correccionales, asilos, centros de cuidados de adultos mayores, instalaciones para menores y dormitorios universitarios, un 16.32% del total de 3,208,230 habitantes fue clasificado por la Oficina del Censo sin ningún elemento de vulnerabilidad social.

“Esto significa que 16 de cada 100 habitantes de Puerto Rico no enfrentan vulnerabilidad social. Sin embargo, un 83.68% presenta al menos un elemento de vulnerabilidad social que afectará su capacidad de recuperación ante un evento catastrófico. El 41.0% tenía uno o dos elementos de vulnerabilidad social, y un 42.6% contaba con tres o más. Así, para 2022, 43 de cada 100 residentes de Puerto Rico registraron tener tres o más elementos de vulnerabilidad social”, detalló la demógrafa.

Subrayó además que la inestabilidad y en algunos casos falta de acceso a los servicios de electricidad y suministro de agua potable, han aumentado la vulnerabilidad social de amplios sectores de la población en la isla.

“Hay cientos de miles de hogares que están experimentando lo que muchos han catalogado como una crisis energética sin precedentes, lo que deriva en una situación de alta vulnerabilidad social con todas sus implicaciones”, acentuó la demógrafa.

Rodríguez destacó que el índice de vulnerabilidad social es una herramienta esencial para entender y abordar las debilidades de las comunidades puertorriqueñas frente a desastres naturales y otras crisis, lo que permite a las autoridades identificar áreas que requieren intervención prioritaria, optimizando así la utilización de recursos limitados.

“Es lamentable que estos municipios del área sur siguen rezagados y en alto riesgo ante la llegada de cualquier fenómeno natural. Es imperativo que todo el andamiaje del gobierno le dé prioridad a esta desigualdad social que queda retratada en este análisis”, puntualizó la demógrafa.