Por Sandra Caquías Cruz
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Nota: Primera de varias notas sobre oficios en extinción.
YAUCO – El ruido constante de cinco máquinas que unían telas impregnaba un modesto local, en una esquina del centro urbano de este pueblo, mientras igual número de mujeres concentraban su mirada sobre la labor que realizaban.
Las sastres, dedicadas a alteraciones y ajustes a piezas preexistentes, realizan un oficio en peligro de desaparecer. Sastrería La Moda son el único local comercial dedicado especialmente a la sastrería en el llamado ‘Pueblo del Café’.
A diferencia de las costureras, las sastres se dedican a entallar, ajustar o arreglar piezas de ropa en tamaño y silueta para clientes de todas las edades, incluyendo hombres y mujeres. Desde un ruedo hasta entallar un traje de novia o un traje de caballero.
Contrario a las costureras, ellas no aceptan yardas de tela porque no crean piezas de ropa desde cero, aunque algunas lo aprendieron en la universidad, donde estudiaron diseño de moda por lo que lo pueden realizar una pieza desde cero.
En este negocio solo se dedican a la sastrería, explicó Linda Camacho Hernández, quien lo estableció hace casi 12 años y posee un grado universitario en diseño de moda.
“Me gusta la sastrería”, dijo antes de resaltar que su meta con cada pieza es que “no se note que fue arreglado. Tiene que quedar lo más original posible”.
Narró que comenzó con otra persona, pero se independizó y fundó Sastrería La Moda. Aunque nació y es residente en Ponce, decidió establecerse en Yauco y allí ofrece sus servicios.
Emplea cinco personas, todas féminas, una de ellas con estudios universitarios en diseño de moda. “Nos fascina este trabajo”, describió.
“Todo el año tenemos trabajo”, dijo sobre la demanda por su labor. El entalle más difícil es el de los trajes de novia por tratarse de muchas capas de tela y encajes. “Arreglar trajes de novia es complicado”, comentó.
Son varias las razones para la desaparición de las sastres y una de ellas es el que muchas personas prefieran comprar otra pieza de ropa que llevar a arreglar la que tienen. Asimismo, la moda de piezas como el mahón y la camiseta abrió las puertas a ropa con menos entalles y exigencias de los clientes. A eso sumó el que las sudaderas han sustituido los uniformes escolares.
No obstante, siempre llega el cliente que solicita un ruedo o un entalle porque compró la ropa por correo y necesita ajustes para evitar devolverla, explicó Camacho Hernández, quien tiene clientes de diversos pueblos de la región sur.
En Sastrería La Moda trabaja, adicional a la propietaria, Mariely Acosta Couret, Nilda Arroyo Martínez, Jisela Santiago De Rodríguez y Marisol Díaz Rodríguez. Solo una de ellas es residente en Yauco. La mayoría reside en pueblos vecinos.
