Por Nydia Bauzá
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La deliciosa taza de café, cien por ciento del país, que cada mañana llena de sabor el paladar de muchos puertorriqueños, podría aumentar de precio en 2026 debido a una baja en producción en las cosechas, impactadas por el cambio climático y por la falta de manos que recojan el preciado grano, antes de que se pierda en los cafetales.
Esas son las proyecciones de caficultores de Adjuntas y Yauco, quienes consignaron a Es Noticia la posibilidad de que tanto el café cien por ciento cosechado y elaborado en Puerto Rico, como el que se mezcla con importado, sufra un alza en los próximos meses. El precio del café del país es más alto que el importado por los altos costos de producción.
No hay recogedores
“El café se pierde cuando no hay mano de obra. Nosotros traemos de afuera, lamentablemente no hay (recogedores) de aquí. Hace ocho o nueve años yo tenía cien recogedores puertorriqueños, ahora no tengo ninguno porque nadie quiere venir a recoger café”, lamentó Juan Meléndez Mulero, propietario de una finca de 100 cuerdas sembradas de café arábico y de la torrefactora Tres Ángeles, que ubica en el barrio Portillo, en Adjuntas.
“Cuando pasó el huracán María no había luz ni caminos y la gente venía a recoger café y se le pagaba. Como no había otra manera de obtener dinero, pues ellos salían a trabajar, pero ahora hay maneras de obtener dinero sin tener que trabajar y no se trabaja. Es la dinámica”, deplora el agricultor, quien actualmente tiene en su finca nueve obreros hondureños.
Manos extranjeras
La escasez de mano de obra es tan marcada, que caficultores de fincas grandes tienen que viajar a países de centro y Suramérica para reclutar a los obreros, traerlos a la isla y brindarles hospedaje.
El caficultor, ingeniero de profesión, indicó que en lo que llegaban los trabajadores perdió un poco de cosecha, pero dijo que poco a poco se ha recuperado.
Explicó que los trabajadores arribaron en agosto y se quedarán en Puerto Rico hasta abril de 2026, a razón de $10.36 la hora (el salario mínimo federal).
Asoma aumento en precio
Meléndez Mulero, vislumbra un aumento en el precio del café “en los próximos meses” porque dijo que están subiendo todos los insumos agrícolas, aparte de la luz, los abonos, plaguicidas, fungicidas y la mano de obra.
Otro caficultor adjunteño, Miguel A. Berdiel Torres subrayó que este año ha tenido una reducción de unos diez quintales en la cosecha de café.
“La cosecha de este año es un poco menor que la del año anterior, en la que tuvimos una recolección de 65 quintales. Este año más o menos se aseguraron 54 o 55 quintales”, estimó.
Atribuyó la reducción de un 15 a un 20% al comportamiento natural del árbol, a las altas temperaturas del cambio climático y a semanas corridas de lluvia.
“Los aguaceros también afectan la recolección porque hace dos semanas para Adjuntas estuvo lloviendo prácticamente todos los días de mañana y tarde. El grano que está maduro va a seguir su proceso de maduración, se cae y ahí lo perdimos”, describió el agrónomo, que tiene once cuerdas de café de la variedad limaní.
Dijo que actualmente solo cuenta con tres personas para recoger los granos. “Son personas de aquí, mis empleados regulares que mantienen la finca durante el año”, sostuvo al agregar que traer trabajadores del extranjero sería muy costoso. Explicó que paga $9:00 el almud (28 libras).
El caficultor destacó que la baja en producción se va a reflejar en la industria el año próximo.
“Va a haber muchos menos café del país y además no tenemos un precio justo”, reclamó. “Esto es una cadena. Si nos aumentan el precio por almud a los agricultores, van a gritar los torrefactores porque van a tener que vender más caro el producto. Pero, ahí hay que ver qué torrefactor usa el café cien por ciento de Puerto Rico versus aquel torrefactor que usa el importado. Algunos los mezclan. Mayormente los que se compran en supermercados son mezclas de café de aquí con café de afuera”, explicó Berdiel Torres, quien tiene su propia marca de café.
Florecida en plena cosecha
Como un fenómeno raro dijo que en los últimos años han tenido arbolitos florecidos en plena cosecha. “Hay árboles que están empezando a florecer sin haber terminado la cosecha, están bien adelantados y eso se lo debemos al cambio climático”, observó el agrónomo que tiene fincas en Adjuntas y Santa Isabel.
El agricultor yaucano Frank Camacho Rodríguez también dijo que el problema principal que afecta a la caficultura en Puerto Rico es la falta de manos para recoger el grano, aunque sostuvo que el cambio climático sigue impactando los sembradíos.
“Hay una finca por aquí que tiene sobre diez colombianos (recolectores) y en Lares hay otra que tiene sobre 15 colombianos. Aquí los mismos cuatro empleados que trabajan en la finca, son los que recogen el café”, precisó.
“El proceso es difícil y lamentable porque si hubiera más manos se pudiera recolectar más café”, anotó el yaucano que desde hace siete años administra una finca que destina 25 a 30 cuerdas al cultivo del café en el sector Palmas Gordas, del Barrio Rancheras, en el llamado ‘Pueblo del Café’.
Fincas perdidas
La finca era propiedad de su padre y ahora le pertenece a él y a sus hermanos. Dijo que en el pasado su familia llegó a tener unas 69 cuerdas produciendo café. Sostuvo que muchas fincas cafetaleras “ahora son montes perdidos y la gente se fue”.
Dijo que ya terminaron la cosecha de este año. “En esta área se empieza temprano y se acaba temprano. Hubo que darle un solo pase, una sola manita para evitar que se cayera”, subrayó el agricultor, que posee un grado asociado en ingeniería civil. No pudo dar números de la cosecha porque dijo que todavía el café no se ha vendido.
Explicó que en la finca procesan el grano hasta la fase de pergamino, que consiste en despulpar la uva, se lava y se seca al sol o en bateas. Después lo llevan a la fase de torrefacción, en Lares. El caficultor dijo que un aumento al precio de café no beneficiará a los agricultores, sino a los torrefactores.
“El cambio climático ha afectado las cosechas, seguro, si cada día estamos más cerca del sol y al ser más caliente el área, el café se madura más temprano”, agregó Camacho Rodríguez, quien dijo que ya tiene palitos con capullos de la flor de café.
La agricultora María Santiago Muñoz tiene cinco cuerdas sembradas de café y también ha sufrido pérdidas por falta de recogedores.
“El año pasado perdí todo mi café, literalmente, completo porque estaba trabajando en mi negocito de alcapurrias para subsistir y como no conseguí recogedores, lo perdí todo”, lamentó Santiago Muñoz.
Dijo que este año, desde agosto, solo ha podido recoger 20 almudes y estimó que le quedan de seis a siete almudes más.
La agricultora detalló que tiene dos mil arbolitos de café y que no ha sembrado más para que no se le pierda el grano. “Cuando hay mucho sol el producto se seca en el palo, no madura y cuando hay exceso de lluvia también se cae. Tengo una producción bien baja de café. Se ha caído mucho con la lluvia”, explicó.
Destacó además, que sus arbolitos de café también han sido afectados por una plaga de lechones salvajes que dañan las cosechas en los campos. “Cuando ellos pasan se rascan con los palos o los parten y los murciélagos también hacen fiesta con los palos maduros”, sostuvo.























































