Por Miguel Díaz Román
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La reducción de la población que Puerto Rico ha experimentado en los pasados quince años y que se recrudeció tras el paso del huracán María se ha detenido, lo que representa un razgo alentador para la economía local.
De acuerdo con los estimados más recientes de población del Censo Federal la población de la isla al 1 de julio de 2019 fue de 3,193,694 millones, lo que representa un leve aumento de 340 habitantes en comparación con el total de población para el 1 de julio del año 2018, cuando se estimó en 3,193,354 millones de habitantes.
El leve incremento poblacional entre los años 2018 y 2019 representa un alza de 0.01 % e implica que la reducción poblacional que venía experimentando Puerto Rico en los pasados 15 años se ha detenido.
El principal factor del cambio poblacional fue la migración de cerca de 8,000 personas que llegaron a Puerto Rico entre el 1ero de julio de 2018 y el 1ero de julio de 2019.
Otros factores que propiciaron el cambio en el mismo periodo fue la ocurrencia de 21,000 nacimientos y cerca de 29,000 defunciones.
“El componente migratorio continúa siendo el actor principal del cambio en el tamaño poblacional de Puerto Rico. En año post huracanes (2017-2018), cuando se estimó un gran flujo de personas saliendo, en similar ritmo decreció la población total. En cambio, los nuevos estimados 2018-2019 apuntan un ligero movimiento de más persona moviéndose hacia Puerto Rico versus los que salieron, resultando en un cese del decrecimiento de la población estimado por más de una década”, sostuvo Alberto Velázquez Estrada, gerente de Proyectos Estadísticos del Instituto de Estadísticas.
Los estimados anuales de población en la isla habían reflejado un continuo decrecimiento durante los pasados 15 años y, específicamente, a partir del año 2005.
Tras el paso del huracán María en el 2017 y durante el 2018, la reducción poblacional alcazó el 3.9 %, lo que provocó gran preocupación entre economistas y demógrafos debido a que la merma poblacional puede incidir en una baja de la productividad debido a que existe menos gente en el país para integrar la fuerza trabajadora.
A su vez, una reducción en la fuerza trabajadora tiene repercusiones en cadena en todo el sistema económico desde el consumo en el sector de los servicios; en las proyecciones para la construcción de nuevas viviendas; en la tasa de ahorro y de consumo de productos bancarios y de seguros; y en los recaudos del gobierno por medio de las diversas contribuciondes existentes en el país.
Una merma en los ingresos del Fondo General inicidirá adversamente en los servicios públicos y en la capacidad del gobierno para incrementar los salarios de los empleados públicos y las pensiones de los jubilados, según se registra un alza en el costo de vida.
Además, eleva la incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para cumplir con el pago de la deuda y siembra más interrogantes sobre la posibilidad de que el país para supercar el estancamiento económico y atraer inversion externa y de los mercados de capital.
La crisis poblacional en Puerto Rico ha sido el resultado de una baja tasa de natalidad, la migración a los Estados Unidos y las defunciones. Simultáneamente, se ha registrado un incremento en la longevidad de la población por una mejoría en la alimentación y en los servicios de salud. Estos fenómenos han contribuido para proyectar que en el 2040 el 30% de la población local tendrá 65 años o más.
Aunque el modesto crecimiento poblacional registrado el pasado año es un signo alentador aún persiste una gran incertidumbre sobre la capacidad del país para potenciar su economía en las próximas décadas, cuando habrá una población envejeciente en aumento.
