Por Miguel Díaz Román
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La alcaldía de Barcelona, capital de la región autónoma de Cataluña en España, enfrenta una curiosa disputa que involucra partidos políticos, el Instituto de Cultura de Barcelona y algunos vecinos del barrio Sarrià, donde los premios Nobel, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, vivieron a muy poca distancia uno del otro entre 1970 y 1974.
Según la periodista Cristina Segura, del diario El País, la disputa trata sobre cómo canalizar el interés de homenajear a los dos escritores.
El partido del ex primer ministro de Francia, Manuel Valls, Barcelona pel Canvi, que favorece que Cataluña permanezca unidad con España, ha pedido a la alcaldía un homenaje a los escritores.
Pero los partidos independentistas no han mostrado interés en homenajear a Vargas Llosa, quien es un férreo defensor de la unidad de España.
El gobierno municipal, formado por una coalición de la que es parte el Partido Socialista de Cataluña, respondió que la distinción planteada no podía concretarse porque la normativa local establece que para asignar el nombre de una persona a una calle deben pasar cinco años de su muerte.
Vargas Llosa sigue vivo y el próximo mes de abril se cumplen seis años de la muerte de García Márquez.
El Instituto de Cultura de Barcelona (ICB) plantea que una placa conmemorativa sí puede instalarse sin necesidad de que su protagonista haya fallecido.
En el ICB prevén llegar a un acuerdo con los vecinos del edificio donde residió García Márquez para colocar una señalización en la fachada.
Hasta ahora los vecinos se habían resistido a que se instalara la placa por temor a convertirse en un foco de atención.
El Ayuntamiento también tiene previsto inaugurar en 2021 una nueva biblioteca en el distrito de Sant Martí que llevará el nombre del escritor colombiano.
El ICB añade que también evalúan dedicarle una calle a García Márquez e identificar la residencia que ocupó Vargas Llosa, aunque no hay un plan concreto para hacerlo. Un portavoz de los socialistas catalanes asegura que son partidarios de esta iniciativa para significar la vida de los dos escritores en Sarrià, pero que deben estudiar cuál es la mejor manera de lograrlo.
Los partidarios de Valls prefieren colocar un recordatorio en el pavimento, frente a los dos edificios en los que habitaron los escritores.
Y aunque a los independentistas no les llame la atención celebrar a Vargas Llosa, el ICB defiende que es el único autor vivo que es reconocido en el mapa oficial de rutas literarias de la alcaldía.
Otras posiciones defienden incluir en el homenaje que finalmente se decida a la agente literaria Carmen Balcells, quien fue la responsable de que Vargas Llosa y García Márquez residieran en el barrio Sarrià, a donde también fueron a visistar otros autores como José Donoso o Carlos Fuentes, todos integrantes del boom latinoamericano, el movimiento literario que revolucionó la literatura mundial y tuvo como capital a Barcelona.