Por Héctor Luis Coca Soto – Psicólogo
Especial para Es Noticia
La psicología es una ciencia relativamente joven. Como ciencia, encuentra la historia y fundamentos en esta disciplina de base social, nació en el año 1879 con los trabajos del médico alemán Wilhelm Wundt, y luego el gastroenterólogo ruso Iván Pavlov y el “Condicionamiento Clásico”.
¿Se acuerdan de los perros que salivan luego de la campana? Sí, es importante aclarar que la conducta y las emociones se estudian y analizan desde los tiempos de los pensadores griegos y romanos.
Los tres personajes sociales más antiguos, dice la historia, son el médico, el sacerdote y la prostituta. Los primeros dos hasta hace poco eran la fuente de sabiduría para los temas relacionados a comportamiento y emociones, por tener el mayor prestigio social. Los psicólogos llegamos hace un siglo.
Muchos historiadores indican que por esta razón las personas miramos los problemas de salud mental desde el punto de vista moral o de funcionamiento físico: “Eso es genético”, “dale más pastillas para que se cure”, o atribuir a la “maldad humana” problemas psicológicos o psiquiátricos desconocidos para la mayoría.
Es también por esta razón que tendemos a pensar que es una garantía que una persona en un puesto público como gobernación, presidencia (EEUU), legislatura o las secretarias será efectivo en su puesto con solamente tener el más alto nivel de estudio, o si estudió en una universidad de nombre en los Estados Unidos. Pocos saben que cualquier talento o preparación quedara inutilizado si este candidato tiene lagunas emocionales severas o esta “construido patológicamente.
Puerto Rico ha tenido en toda su historia los asesores y secretarios, así como gobernadores con las credenciales académicas más altas y Puerto Rico es un lugar más deteriorado cada día que pasa. Aún con la más alta tecnología y progreso tecnológico tanto Puerto Rico como Estados Unidos se encuentran en un espiral de descomposición social continuo.
Se espera demasiado de la inteligencia, así como de la preparación académica de un candidato para que nos “rescate” de los problemas sociales que tiene un país. De hecho, el esperar que llegue una sola persona con poderes especiales y logre cambiar el curso de la sociedad, ya de por sí es una visión de influencia religiosa en nuestro pensamiento. En Estados Unidos, sobre todo en el sur, se espera por un “gunslinger” que “barra” con los “malos” y acabe con los problemas.
En teoría esta manera de pensar colectiva surge de la mitología cristiana que dice que un Mesías vino y rescato al mundo alguna vez. Desde el punto de vista científico son las personas, utilizando redes humanas, las que acaban con los problemas. Después de todo ese líder cristiano revolucionario lo que hizo fue organizar a un pueblo, con excelentes destrezas de liderazgo, y este ocasionó el cambio. Su influencia ha sido filosofía de vida para la mayor parte del mundo por dos mil años.
Demos por primera vez este año importancia a la inteligencia emocional junto con las credenciales académicas e intelectuales. El éxito o fracaso descansa mayormente en el control emocional. La inteligencia o educación son meramente instrumentos.
¿Cómo saber entonces si un candidato tiene inteligencia emocional? Su historial. Un candidato con historial de abusar de mujeres o niños, problemas de alcohol o drogas, historial de problemas con la justicia, con amigos en el bajo mundo, un abusador que piensa que es un buen líder, que no controla sus impulsos de coraje, los que han estado en puestos de mayor poder en Puerto Rico por años y lo han visto deteriorase sin hacer nada al respecto. “Pues entonces no será casi nadie”, dirán algunos. Correcto, tiene que ser alguien superior a ti y a mí. Un puesto de dirección de un país no puede ocuparlo cualquier persona. Tenemos que subir los “estándares” para que la calidad del candidato aumente.
Estamos viendo durante esta pandemia como la incompetencia y pobre inteligencia emocional siguen costando vidas en la “nación más poderosa del mundo”. Aquellos que dirigen a un país tienen que ser personas especiales, y seleccionarles deben hacerse con detenimiento. Toma tiempo y trabajo buscar el historial preguntando, leyendo, escuchando. Haciendo lo mismo al final no obtendrás nada diferente, tendrás lo mismo.