El aislamiento social puede afectar el estado emocional y la salud mental de los adultos mayores.
A diferencia de otros años, el 2020 ha marcado en nuestra población la conducta de mantenernos a distancia por la situación de la pandemia del COVID-19. Los adultos mayores quienes son una de las poblaciones más vulnerables al contagio, han tenido que tomar estas recomendaciones para minimizar el riesgo y mantenerse seguros. La recomendación del aislamiento social puede desarrollar implicaciones psicológicas en el adulto mayor y de no ser identificadas y tratadas a tiempo pueden afectar su estado emocional y mental.
Además del aislamiento social; nuestros adultos mayores enfrentan experiencias como el dolor por la muerte de un ser querido, abandono o problemas familiares, descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la jubilación, discapacidad o dependencias de sus actividades diarias.
Todos estos factores pueden ocasionarles aislamiento, pérdida de la independencia, soledad, angustia y tristeza. Ante este panorama, muchos adultos mayores generan sentimiento y pensamientos que los llevan a contemplar el suicidio como una alternativa a su problema.
Es común que una persona mayor hable sobre la muerte y el proceso de morir, sobre todo si sufre de una condición médica que va empeorando, pero no como un plan de escape a un problema. Esto dificulta el reconocer cuándo una persona mayor está planeando suicidarse, pero hay unas señales de peligros que debemos identificas y tomar acción de inmediato.
En Hospicio & Home Care San Lucas contamos con un equipo interdisciplinario que ayuda a sus pacientes con Trabajadores Sociales y Capellanía que pueden brindarle herramientas si se detecta alguna conducta negativa.
Se recomienda que si puede detectar una persona con este comportamiento debe alertar a sus familiares. También pueden comunicarse con alguna organización de prevención de suicidio:
Línea PAS – Primera Ayuda Sicosocial – 1-800-981-0023
Señales de peligro:
• La persona habla de un plan para suicidarse o, de repente, decide hacer un testamento
• La persona dice que no encuentra motivos para vivir
• Verbaliza que debería acabar con su vida para evitar el dolor y el sufrimiento
• Una creencia de que su familia estará mejor cuando ya no tengan que cuidarlo
• No quiere pasar tiempo con otras personas ni hacer cosas que antes disfrutaba
• Cambia su forma de comer, dormir o vestirse
• La persona aumenta de peso, adelgaza o tiene menos energía de lo habitual
• Tiene problemas para dormir o pasar mucho tiempo durmiendo
• La persona regala sus pertenencias o se deshace de ellas
• De repente no desea continuar con sus tratamientos médicos