Por Redacción Es Noticia
El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) celebra que un juez del Tribunal Superior accedió a reconocer el derecho de todos los partidos políticos, que lograron el criterio de inscripción, a tener representación en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE).
“Con esta determinación se hace justicia y se honra la expresión democrática del pueblo de Puerto Rico manifestada en las urnas el pasado 3 de noviembre. La determinación que tomó la CEE era contraria a derecho y contraria a la voluntad democrática del pueblo puertorriqueño», expresó el excandidato a la gobernación por el PIP Juan Dalmau Ramírez.
«El Partido Dignidad, el Movimiento Victoria Ciudadana, así como el PIP, todos alcanzaron los votos suficientes para ser reconocidos como partidos inscritos y como tales tienen el derecho de estar sentados en la mesa de la toma de decisiones en la CEE para eventos que próximamente se estarán llevando a cabo», dijo.
«Esto es un acto de justicia necesario en tiempos donde es evidente que ya no existen en Puerto Rico partidos de mayoría. Aquí los tres partidos, a los que se les negó tener presencia en la CEE, representan un tercio del electorado puertorriqueño. 441 mil electores votaron por esas tres colectividades y tenían -esos electores- el derecho a ser representados ante el ente electoral”, indicó.
Dalmau explicó que ahora corresponderá a la CEE ejecutar la orden del tribunal «Al PIP le corresponderá continuar su labor de fiscalización y de ejecución en los procesos electorales para garantizar que el País retome la confianza de un ente electoral que salió bajo sombras en los procesos anteriores, tanto en primarias como en el evento electoral y escrutinio general”, indicó.
Por su parte, Roberto Iván Aponte Berríos, comisionado electoral de dicha colectividad indicó: “Hoy, con la correcta y justa decisión del juez Anthony Cuevas, triunfa el pueblo puertorriqueño y su sistema electoral. Su determinación refleja el mensaje contundente que expresó nuestro País con los resultados históricos de las elecciones, la urgencia de pluralidad de voces y la necesidad de que todas las partes estén en la mesa de discusión al momento de tomar decisiones en la CEE».