Inicio Gobierno Economía Advierten comenzó el periodo de huracanes con mayor capacidad destructiva

Advierten comenzó el periodo de huracanes con mayor capacidad destructiva

9
0

 

Por Miguel Díaz Román

redaccion@esnoticiapr.com

 

El meteorólogo Ernesto Morales, experto del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan, advirtió que en las próximas dos semanas comenzará el periodo pico de la temporada de huracanes, cuando se espera que se desarrollen y pasen por las aguas del Caribe los huracanes más intensos y posiblemente, con la mayor capacidad destructiva del 2020, por lo que exhortó a la ciudadanía a estar preparados con los planes de emergencia familiares.

La temporada de huracanes se extiene desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre y el llamado “periodo pico”, comieza a mediados del mes de agosto y se extiende hasta finales del mes de noviembre.

“En las próximas dos semanas comienza el periodo pico de la temporada de huracanes.  Para esta temporada  se han pronosticado entre 19 y 25 tormentas y entre 7 y 11 huracanes, de los cuales entre 3 y 6 pueden ser intensos. Intenso quiere decir categoría 3 o más. Estos números no cambian nada. La decisión ya debe estar hecha. El público debe estar preparado. Ya sabemos que ésta va a ser una temporada bastante activa y el pueblo tiene que tomar esto con calma”, dijo Morales.

Morales se refirió al paso de la tormenta Isaías la pasada semana como “una práctica bien fuerte”, que la ciudadanía debería evaluar en el contexto de la experiencia ocurrida con el destructivo huracán María en el 2017, para establecer los planes de acción inviduales y familiares.

A pesar de que Isaías era una tormenta en desarrollo hacia la categoría de huracán cuando pasó al sur de Puerto Rico, Morales la describió como “el huracán Isaías”. El meteorólogo hizo las expresiones ayer durante una entrevista en la estación de radio WKAQ.

También advirtió que los planes individuales y familiares para lidiar con una emergencia de huracán o tormenta, debe tomar en consideración las precauciones para evitar contagiarse con la enfermedad del coronavirus y las medidas de protección, ante la posibilidad de que ocurran más temblores.

En septiembre de 2017 la isla sufrió el azote del huracán María, que dejó cerca de 3.000 muertos, y daños materiales estimados en $100,000 millones. Además, el pasado 7 de enero ocurrió un temblor de magnitud 6.4 en la zona suroeste de que provocó pérdidas materiales de más de $1,000 millones. El temblor de enero fue parte de una secuencia sísmica que se ha mantenido activa en los pasados siete meses.

Y para colmo, a partir del 15 de marzo el gobierno decretó el cierre de la economía para evitar la dispersión del coronavirus, que al día de hoy ha causado la muerte de 258 personas y mantiene 456 personas hospitalizadas. Al día de hoy existen 7,824 contagios confirmados, según el último informe del Departamento de Salud. Según estimados independientes, las pérdidas económicas a causa del cierre de la economía superan los $10, 000 millones.

“Tenemos que estar en calma porque no queremos caer en histeria, tenemos que pensar en la situación y analizar qué se necesita. Ya tuvimos como una práctica bien fuerte que fue Iasías, repasamos lo que ocurrió en María y sabemos los pasos a seguir, tomando en consideración los retos que tenemos como los temblores y el covi-19”, dijo Morales.

No obstante, Morales advirtió que debido a que son tres las amenazas simultáneas que enfrenta el país con los huracánes, el coronavirus y los temblores, no es el momento para la improvización.

“Ya debemos saber qué hacer antes durante y después. No hay espacio para la improvización”, indicó Morales.

Los pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos y de entidades privadas que analizan diaramiente el clima, sostienen que la actual temporada de huracanes será muy activa, debido al incremento de las temperaturas calidas en las aguas del océano Atlántico, desde las costas de África hasta el golfo de México. Otro factor es una menor incidencia de los llamados vientos cortantes, que suelen entorpecer la formación de tormentas en el Atlántico.