Por Fabiola C. Mercado Nieves, B.A.
Estudiante Doctoral en Psicología Clínica (Ph.D.)
La Organización Mundial de la Salud (2018) estima que para el 2050 la población geriátrica -entiéndase 60 años o más- irá en aumento pasando del 12% al 22%.
El envejecimiento se da a través de unos procesos los cuales se clasifican en primarios y secundarios. De acuerdo con Papalia y Martorell (2017) el envejecimiento primario es un proceso gradual e inevitable de deterioro corporal que empieza en la edad temprana y continúa a lo largo de los años. Es un proceso regido por la biología. Mientras, el envejecimiento secundario es el resultado de alguna condición, inactividad física (sedentarismo) o factores que pueden ser controlados. Es decir, se pueden prevenir dependiendo del estilo de vida.
Además de presentar cambios biológicos, la vejez con frecuencia conlleva otros factores psicosociales. Algunos de estos pueden ser la jubilación, círculos sociales más limitados y muertes de personas significativas como familiares y/o amistades. Como consecuencia de los factores antes mencionados, si las personas de edad avanzada no se cuidan de una manera saludable, podrían desarrollar sentimientos de tristeza, frustración, ansiedad, soledad y desesperanza.
Los sucesos que pasan las personas de edad avanzada pueden traer consigo cambios en sus rutinas diarias. Para trabajar con esto de una manera óptima, es importante que incorporen el autocuidado en su diario vivir. El autocuidado se refiere a las prácticas cotidianas que realiza una persona para cuidar de su salud; estas prácticas son destrezas aprendidas a través de toda la vida, de uso continuo, que se emplean por libre decisión, con el propósito de fortalecer o restablecer la salud. Incluye actividades asociadas a la salud física, emocional, cognitivo, espiritual y social.
Actualmente, estamos enfrentando la pandemia del COVID-19, la cual ha impactado a todos, en especial a los envejecientes dado a los factores biológicos y psicosociales antes mencionados. Dicho eso, el llevar a cabo actividades beneficiosas para la salud son esenciales y más en estos tiempos. Algunas maneras en que las personas de edad avanzada pueden fortalecer su autocuidado son:
• Autocuidado físico – Mantener una alimentación saludable y nutritiva. También, incorporar rutinas de ejercicio físico. La actividad física mantiene tu cuerpo en buen estado, mejorando el equilibrio y disminuyendo el riesgo de caídas. Sin embargo, para evitar alguna lesión, el ejercicio debe ajustarse a la situación de la persona. Por último, mantener buenos hábitos del sueño. Para esto, intente dormir y despertar a la misma hora todos los días.
• Autocuidado emocional – Exprese lo que siente de una manera sana. Puede ser mediante una conversación con alguien cercano o a través de la escritura. Además, darse el espacio de sentir las emociones experimentadas. Con los cambios biológicos y psicosociales que pasan las personas de edad avanzada, es normal sentir tristeza, estrés, miedo o enojo. Trata de reconocer y comprender tu emoción.
• Autocuidado cognitivo – Llevar a cabo ejercicios para estimular la mente. Puede hacer crucigramas, manualidades, sudokus, rompecabezas, leer u otras actividades que lo reten mentalmente.
• Autocuidado espiritual – Practique la gratitud. Puede incorporar un diario y todos los días, escriba las cosas por las que esté agradecido. También, puede identificar experiencias que lo hayan hecho sentir feliz durante el día.
• Autocuidado social – Mantenga contacto con sus seres queridos. Dado a la pandemia, las visitas y reuniones se han limitado. Por ende, comunicarse mediante teléfono, videollamadas o mensajes diariamente, ayuda a mantener su círculo social activo.
Las actividades de autocuidado en los envejecientes les permite alcanzar una mejor calidad de vida. Esto los ayuda a fortalecer su autonomía y sentido de responsabilidad de sí mismos. El autocuidado es posible tanto en personas de edad avanzada saludables como aquellas que tengan condiciones de salud. Las actividades se deben ajustar de acuerdo con las necesidades que presente la persona. Es importante la participación de la familia, cuidadores y redes de apoyo, con el fin de ayudar a los envejecientes a mantener una vida llena de plenitud.
En la Clínica de Salud Conductual Pavia Ponce te ayudamos a mejorar estos y otros hábitos de autocuidado. 787- 984-1111.