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Caídas de adultos mayores: Razones y Alternativas

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Por Wency Bonilla Díaz

Asistente en Terapia Ocupacional

 

¿Conoces a alguien que haya tenido alguna caída y su salud se haya afectado por ello? Usualmente, sea por experiencia personal o por la de otros, muchos de nosotros conocemos de personas que han tenido algún evento de este tipo y que de una u otra forma les ha afectado su capacidad de realizar sus actividades cotidianas que son importantes.

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Puede ser que algunos de los lectores hayan pensado en ese abuelo/a, tía/o, madre/padre que es un adulto mayor, que tuvo una caída y que sufrió consecuencias en su salud. Ciertamente, a pesar de que el tema de las caídas en el hogar es aplicable a todas las poblaciones, merece una especial atención en la población de personas mayores por riesgos relacionados a esta etapa de vida y el proceso de envejecimiento. Lamentablemente muchas de estas son en sus propias casas.

Algunos pueden pensar que en los “viejos” las caídas son “normales” o “naturales”. Sin embargo, esto no tiene que ser así. Las caídas pueden evitarse si se tiene conciencia de sus factores de riesgo (internos y externos) y si tomamos la acción necesaria.

Las consecuencias de un evento de este tipo pueden producir desde lesiones menores hasta fracturas, lesiones a la cabeza y, tristemente en algunos casos, la muerte. A su vez, las repercusiones son múltiples, extendiéndose a aspectos físicos, sociales, emocionales y/o económicos. Así que, actuar antes de las caídas y prevenirlas será un gran paso para la vida en salud y el prevenir enfermedades.

 

Razones y Alternativas

Algunas de las acciones a tomar para evitar caídas en el hogar deben estar dirigidas a atender esos factores internos que aumentan el riesgo de tener un evento de este tipo. Entre ellos se encuentran: las condiciones de salud, los posibles efectos secundarios de medicamentos, el nivel de actividad física y balance, el funcionamiento visual, entre otros.

Por otro lado, hay factores que se encuentran en el entorno (externos a nosotros) que pueden aumentar el riesgo de caídas, como lo son: objetos físicos (ejemplo presencia de cables en áreas transitables, alfombras), escaleras, uso inadecuado de equipos de movilidad, pobre iluminación, superficies irregulares o resbaladizas, barreras arquitectónicas, calzado inapropiado, entre otros.

Tomemos nota de los puntos mencionados para identificar aquellos factores que puedan estar generando riesgos de tener caídas y de sufrir sus consecuencias. Evaluemos nuestra situación y/o la de nuestros seres queridos para tomar medidas apropiadas a tiempo y evitar accidentes que pudieran perjudicar la calidad de vida.

 

Alternativas:

  • Consultar con su médico o identificar los posibles efectos secundarios de su medicación (por ejemplo: somnolencia o mareo).
  • Practicar actividad física, conforme a su capacidad, para aumentar su fuerza muscular y mejorar el balance durante la movilidad.
  • Colocar antideslizantes en escaleras y en bañera (si aplica).
  • Sujetar alfombras, recoger cablería y mantener un espacio organizado, limpio y libre de obstáculos.
  • Aumentar la iluminación en interiores y exteriores del hogar.
  • Utilizar equipo asistivo para la movilidad (ej. bastón, andador, silla de ruedas), según recomendado por un profesional de la salud.
  • Tener al alcance y altura apropiada objetos, alimentos y/o vestimenta que necesite tomar.
  • Uso de calzado cerrado, con suela antideslizante y, de ser posible, sin gabetes.
  • Usar equipo asistivo para actividades en el baño, como: elevadores de inodoro, silla de baño, ducha portátil/flexible, entre otros.
  • Modificar el hogar, lo cual pudiera incluir: expansión de tamaño de puertas, instalación de barras de seguridad en el baño, pasamanos en escaleras (si aplica), construcción de rampas en entradas/salidas del hogar y/o eliminar la bañera, entre otros.

Si nos fijamos, algunas de estas alternativas pueden realizarse con material disponible en casa o de bajo costo. Están al alcance de muchos y, aunque parecieran sencillas, pueden servir para proteger e incluso salvar vidas.

Los profesionales de Terapia Ocupacional son recursos que ayudan a esos fines, analizando y desarrollando alternativas para que todos los seres humanos, y en relación a este tema, el adulto mayor, pueda participar de sus actividades diarias en el hogar de forma segura, funcional y cuente con calidad de vida.

Para contactar a especialistas puede comunicarse el Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico (CPTOPR) al cptopr10@gmail.com, al (787) 282-6966.