CIUDAD DEL VATICANO — La Iglesia católica celebró este domingo un hecho histórico al canonizar al joven Carlo Acutis, fallecido en 2006 a los 15 años, quien se convierte en el primer santo milenial y es reconocido mundialmente como el “patrón de Internet” por haber utilizado la web para evangelizar.
La ceremonia solemne en la Plaza de San Pedro fue presidida por el papa León XIV, ante decenas de miles de fieles provenientes de todo el mundo, muchos de ellos jóvenes que llevaban estampitas con la imagen del nuevo santo. También asistió el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la familia de Acutis, cuya madre, Antonia Salzano, llevó al altar un relicario con un fragmento del corazón de su hijo.
Junto con Acutis (1991-2006), también fue proclamado santo Pier Giorgio Frassati (1901-1925). Tras la lectura de las biografías de ambos beatos y la fórmula en latín de canonización, un prolongado aplauso llenó la plaza vaticana.
Un joven de fe y tecnología
Carlo Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991 y más tarde se trasladó con su familia a Milán. Tras recibir la primera comunión a los 7 años, se entregó con fervor a la Iglesia, destacándose por su conocida frase: “La Eucaristía es mi camino al Cielo”.
Apasionado por la informática, aprendió a diseñar páginas web y dedicó su talento digital a difundir la fe. Creó proyectos parroquiales en línea, diseñó una página sobre voluntariado en su colegio y hasta desarrolló un plan digital para rezar el Rosario.
Acutis combinaba su fe con un fuerte compromiso social: ayudaba a los pobres de su barrio y dedicaba su paga a los más necesitados. En Asís, lugar donde solía pasar sus vacaciones, se inspiró en San Francisco por su amor a la creación y su entrega a los desamparados.
En octubre de 2006, le diagnosticaron una agresiva leucemia y falleció pocos días después, con solo 15 años. Su cuerpo descansa en la Iglesia de la Spogliazione, en Asís, donde miles de fieles lo visitan cada año.
De la beatificación a la canonización
Carlo Acutis fue beatificado el 10 de octubre de 2020 en la Basílica de San Francisco de Asís. Su canonización se basó en dos milagros atribuidos a su intercesión: la curación de un niño brasileño con una malformación congénita del páncreas en 2013 y la recuperación de una joven costarricense que sufrió un traumatismo craneoencefálico en 2022.
Durante la ceremonia, el prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos describió a Acutis como “un adolescente bondadoso, alegre y jovial, que nunca ocultó su fe y cuyo plan de vida fue estar siempre unido a Jesús”.
Con su proclamación como santo, Carlo Acutis entra en la historia como ejemplo para las nuevas generaciones, uniendo fe y tecnología, y recordando que, incluso en el mundo digital, es posible dejar un legado espiritual.