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Daisyre vende limbers en una guagua

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Por Floridalia Cortés

fcortesredaccionesnoticia@gmail.com

 

SANTA ISABEL – Daisyre Rentas Espada nunca imaginó que un limber de coco daría un giro a su vida laboral y económica. Como muchos, en medio de la pandemia, la joven se entretenía creando diferentes recetas de comidas y postres, así nació su nombrado limber de coco.

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“Yo hice esos limbers con unos cocos que tenía en casa. Mi intensión era disfrutarlos nosotros, la familia. Repartí 2 ó 3 entre los más allegados y empezó todo el mundo a decirme que los vendiera”, relató la mujer, residente de Santa Isabel.
Daisyre recibió los comentarios de su familia como un cumplido, pero no había considerado vender los limbers.

“Yo soy terapista ocupacional y mis ingresos se habían visto afectados desde los terremotos. Yo trabajaba por servicios profesionales con estudiantes del Departamento de Educación y con los terremotos y la pandemia no se estaba dando servicio; mi ingreso era cero”, contó la joven madre.

Sin embargo, ante la realidad de que no estaba generando ningún ingreso y motivada por su esposo, Javier Lugo Sotomayor, la joven publicó un anuncio en su página de Facebook: “Se venden limbers”. Para su sorpresa, las órdenes no se hicieron esperar.

“Yo comencé con un solo sabor, el de coco, y la gente no paraba de ordenar. Luego, cogimos unos tamarindos que había en el patio y añadí ese sabor. Mi mamá me regaló un freezer porque no me cabían en el de casa. Eran tantas las órdenes que empecé a repartir en diferentes puntos, desde Caguas hasta Ponce y lo que tenía era una neverita pequeña en el carro para que no se descongelaran”, explicó la comerciante.

Ante el éxito de sus ventas, Daisyre utilizó sus ahorros para comprar una guagua y un freezer y poder repartir su producto de forma más efectiva.

“Ahí cabían más limbers y era más fácil para movernos de un sitio a otro”, explicó la Santaisabelina.

En poco tiempo la joven pareja había recuperado su inversión y cada semana añadían un nuevo sabor.

“Cuando las cosas fueron volviendo a la normalidad y la gente empezó a trabajar, decidimos dar un nuevo giro al negocio. Hoy día tenemos un food truck donde vendemos varios postres, pero los limbers siguen siendo protagonistas. Entre los que más se venden está el de Nutella, parcha, cheesecake, ferrero y maní, pero el de coco sigue siendo el número 1”, resaltó la propietaria de Limber Bar & More.

El pequeño negocio genera empleo para 5 personas y cuenta con más de 30 diferentes sabores de limbers.

“Estoy bien agradecida con los clientes. Desde el principio me apoyaron y me seguían a donde quiera que fuese con mis limbers. Yo creo que eso ha sido lo más bonito del proceso; conocer a tanta gente buena”, expresó Daisyre.

Limber Bar & More ofrece, además, servicios en actividades privadas y eventos para recaudación de fondos.