Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – Un grupo de familiares acudió a primeras horas de hoy -domingo- a la funeraria J Oliver, en esta Ciudad, para rendirle honor a uno de los suyos: el exbaloncelista Joe Hatton Gotay.
En un ataúd color madera, arropado por un arreglo de flores blancas y cintas en las que su familia inmediata plasmó el mensaje ‘Te amaremos por siempre’, estaban los restos del exbaloncelista. El ataúd permaneció cerrado.
Un solo día de velatorio y la cremación del cuerpo era el deseo que pidió el exbaloncelista a la familia, informó el hijo y también exbaloncelista Bobby Joe Hatton. «Se cumplió lo que pidió que fuera un velatorio de un día», dijo el hijo.
Las honras fúnebres continúan mañana lunes cuando a las 10:00 am. realicen una misa cuerpo presente en la iglesia Santa María Reina, en Ponce. Luego los restos serán cremados. En Ponce las banderas ondean a media asta luego que la administración municipal decretó tres días de duelo.
Joe Hatton siempre llevó la camiseta de los Leones de Ponce con excepción de las ocasiones en que salió del Sur para representar a Puerto Rico. Fueron dos las Olimpiadas en las que su camisa decía Puerto Rico: Munich (1972) y México (1968).
Una de esas camisetas, con el nombre Puerto Rico, lo acompaña en un extremo del féretro junto a una colección de fotos que recoge momentos deportivos y celebraciones familiares que atraían la mirada de todos los que llegaban a despedir a una gloria del baloncesto puertorriqueño.
Un arreglo floral en forma de bola de baloncesto estaba a los pies del ataúd, y justo al lado, colocaron una pantalla para mostrar el vídeo de la delegación de atletas puertorriqueños que desfilaba en las Olimpiadas en Munich. Entre el grupo de atletas boricua sobresalía la figura del espigado baloncelista ponceño: Joe Hatton.
Hatton murió el pasado viernes tras varias complicaciones de salud que lo tuvieron en cama durante los pasados meses. Tenía 74 años. Murió en el hogar. Le sobrevive su esposa Ilia y los tres hijos: Mariangy, Bobby Joe y Paola. Tiene cinco nietos.
Bobby Hatton fue su único hijo varón y con quien compartía ser único padre e hijo en el que ambos baloncelistas pertenecen al Salón de la Fama del Deporte Puertorriqueño.
“Le debo todo”, expresó Bobby Joe sobre su padre. “Desde chiquito me llevó a todas las canchas. Estuvo conmigo siempre. Es una figura paternal envidiable, pero más importante es la persona. Un corazón increíble, un padre increíble, deja un legado, pero estamos tranquilo de que ya descansa”, expresó frente a la capilla a la que no cesó de entrar público.
“A papi lo conocía mucha gente, querido por mucha gente en el deporte y fuera. Quiero que lo recuerden por la clase persona que fue… su gran corazón; fue un gran amigo, un gran padre”, describió.
Dijo que los mensajes de amistades no cesaron al enterarse del deceso. “Tanta gente que lo quería, de aquí y de fuera de Puerto Rico”, resaltó. “El cariño que tanta gente le tenía es importante para nosotros y la familia”, abundó.
Uno de los que llegó a la funeraria fue el también exbaloncelista Carlos ‘Charlie’ Lanauze, quien resaltó la aportación del Joe Hatton al baloncesto ponceño y puertorriqueño.
«Nos une una amistad de muchos años, es una pérdida, no solo para Ponce ni para el baloncesto, sino para todo Puerto Rico. Muchos dicen que yo tenía una fogosidad parecida a la de Joe, así que eso me identifica mucho más”, indicó.
Lanauze dijo que “es un momento triste para todos, pero lo que queremos es celebrar todo lo que hizo por el baloncesto, por Ponce y por Puerto Rico».
Uno de sus amigos y fanático de primera fila de los Leones de Ponce que llegó al velatorio fue Julio Ramos García, conocido como ‘Julito Trompeta’.
Dijo que lo recordaba de dos etapas: como atleta y como ser humano. «Lo recuerdo como atleta, un gran exponente en el deporte del baloncesto; fogoso, defendiendo siempre los colores de la Ciudad, el equipo único que defendió, los Leones de Ponce. También los colores de la bandera de Puerto Rico».
«En la etapa de ser humano, una vez se retira, es que tengo más acercamiento con él y conocí esa parte, era buen amigo, buen padre, buen abuelo, gran vecino, esa fue la etapa que más me agradó… lo voy a recordar», lamentó Ramos García.
«Todo el mundo sabía que él defendía las causas de los jugadores, la causa roja y negra. Si veía que uno de los árbitros era medio infame con el pito, no se quedaba callao, (las jugadas) las discutía, las peleaba», recordó antes de resaltar que los árbitros lo apreciaban y respetaban cuando discutía una jugada.
¿Si fueras a describirlo en una sola palabra cual sería?, se le pregunto a Ramos García.
«Increíble jugador, increíble ser humano. Decir Joe Hatton es decir Leones de Ponce».
