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En el olvido el suroeste

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Por Redacción Es Noticia
redaccion@esnoticiapr.com

La angustia y la desesperación que viven muchos residentes de la zona sur  tras el temblor del pasado sábado y en medio de la emergencia del coronavirus fue denunciado por el alcalde de Guánica, Santos Seda,  quien sostuvo que aún los municipios del sur no han podido comenzar el proceso de demolición y reconstrucción de viviendas por falta de fondos.

Aquí el dolor es palpable. Sus miradas reflejan la angustia y la desesperación que viven tras los temblores en el suroeste. Sus casas están destruidas y viven una pesadilla en medio de la emergencia por el Covid-19, publicó El Vocero.

Cuentan sus historias. Buscan la manera de recibir la ayuda que tanto necesitan para tener de nuevo un techo seguro y, en medio del relato, sus voces se entrecortan y se les aguan los ojos al contar esta nueva realidad.

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No es para menos. En los primeros cuatro meses de este año no solo han perdido completa o parcial sus residencias, sino que han tenido que batallar con la emergencia del coronavirus mientras se aproxima la nueva temporada de huracanes que se pronostica será más activa de lo normal.

A las 10:30 a.m., mientras empleados otorgan alimentos a refugiados, Julio Rivera entra por la puerta principal del Caribe Hotel. En sus manos lleva su desayuno. Se detiene unos segundos en el microondas y luego se aproxima al recibidor para que le tomen la temperatura.

Ahí, entre medio del pasillo y a pasos de la piscina, narra a EL VOCERO que perdió la mitad de su residencia por los temblores que se han registrado y que ha tenido que utilizar parte de las ayudas económicas recibidas para comprarle comida a su familia.

“Llevo ya aquí dos meses. Estaba en otro (hotel) que era en el Tuque. Perdimos la mitad de la residencia. Se está virando y ahora más con lo de —el sismo— esta semana puede ser que se haya craqueado más porque fue fuerte”, narró Rivera, quien residía junto a su esposa y dos niños en el sector Reparto Oasis, en Guánica.

A su entender, la situación del coronavirus ha provocado que se haya olvidado la emergencia que se vive en el suroeste por los sismos, incluyendo el reportado el pasado sábado de 5.4 de magnitud.

“Esto del coronavirus ha atrasado (todo) y se han olvidado porque hace tiempo no temblaba… pero hace dos semanas para acá está temblando bastante, pero lo del coronavirus hizo olvidar porque siempre ahí estaba la gobernadora (Wanda Vázquez) con nosotros”, mencionó.

Rivera reconoció que han recibido ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), al igual que de entidades privadas que cuando estaban en Guánica les llevaban muchos suministros. También han recibido ayuda de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca).

Al momento, en el Caribe Hotel hay aproximadamente 21 refugiados desde la secuencia de sismos que comenzó el 28 de diciembre de 2019, y hay 23 que llegaron a raíz del temblor del sábado. Precisamente, Sandra Pacheco Miranda, su esposo Miguel Hernández Negrón y sus tres hijos, llegaron al hotel el pasado domingo.

“Nosotros tenemos una casa en Quebrada del Agua (en Ponce). Nosotros sufrimos daños desde enero. Desde ese día vimos que la casa sufrió unos daños severos, que son evidentes. La casa mía está de un lado que hay un risco y la casa aparenta estar partida en la mitad. Entonces, toda la parte derecha tiene fallas estructurales”, comentó Pacheco.

Desde ese día, abandonó su residencia y acudieron a la vivienda de unos familiares donde vivían en el patio. “Nosotros somos cinco. No cabemos todos en una casa que ya están viviendo una familia que nos recoja, que nos albergue”, sostuvo la mujer.

Pacheco explicó que, en una evaluación previa se determinó que su residencia era habitable. Mientras, el seguro de la casa les hizo una oferta de $15,000 pese a que la cotización para arreglar la estructura fue de $103,000. “Nosotros no podemos hacer nada con eso. Desde ese esfuerzo, nosotros hemos estado batallando. Para nosotros no es posible arreglar nuestra casa con $15,000”, subrayó.

Pero esta no es la única realidad que se vive en el suroeste. En el barrio La Luna en Guánica todavía hay personas viviendo en un parque y entre casetas de campaña. Mientras otros ciudadanos continúan habitando residencias que colindan con otras estructuras que ya han colapsado.

“Vamos para cinco meses desde los primeros temblores y esto es un atropello lo que tiene el gobierno municipal y estatal. Aquí no ha venido la gobernadora y aquí tiembla (mucho). Este fue el barrio más afectado de todo Puerto Rico. Yo quisiera que la gobernadora viniera aquí para que viera las condiciones en que se vive aquí. Esto parece un cementerio”, expresó el ciudadano Norberto Feliciano a este medio.

El municipio de Guánica tiene 429 residencias en “rojo”, lo que significa que hay que demolerlas en su totalidad. Mientras hay otras 1,371 casas en “amarillo”, que deben ser demolidas de forma parcial.

El alcalde de Guánica, Santos Seda, explicó al diario que una vez terminaron el análisis de las estructuras en febrero, le presentó a la gobernadora la necesidad de que se identificaran unos fondos para agilizar el proceso de demolición y reconstrucción de viviendas en el pueblo.

Añadió que la gobernadora identificó $50 millones del fondo de emergencia para Guánica y otros municipios del sur. “Guánica completó todo el proceso, le presentamos todo el plan de trabajo. Cuando la Oficina de Gerencia y Presupuesto lo presentó ante la Junta (Federal de Control Fiscal) lo denegó y es el llamado que estoy haciendo hoy”, sostuvo.

Tras identificar unos nuevos fondos de mitigación y daños de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3, por sus siglas en inglés), se presentó nuevamente la propuesta ante la junta fiscal, por lo que espera que la junta reconsidere su postura.

“En el caso de las personas que todavía están en carpas, a la gran mayoría de todos se les ha ayudado. Se les ha dado asignaciones de FEMA, para renta y la gran mayoría de ellos, especialmente en el campamento la Luna no han querido buscar la residencia, pero ya tienen el desembolso de FEMA. Y Vivienda nuevamente estuvo en el campamento”, abundó.

En el caso de las personas que viven en residencias que están ubicadas al lado de otras que ya colapsaron, mencionó que la ayuda se está trabajando a través de FEMA. “Hemos solicitado la demolición de ese tipo de estructura”, abundó.

Por su parte, la junta fiscal indicó que el gobierno no ha solicitado formalmente fondos para atender la emergencia causada por los sismos.

«En respuesta a los informes de los medios respecto a un plan para la recuperación de los municipios de $50 millones, provenientes del Fondo de la Reserva de Emergencia, la Junta de Supervisión afirma que no ha recibido el mencionado plan, ni ninguna solicitud de aprobación de dicho plan, ni solicitudes de redistribución de los fondos de ese plan”, indicó el ente fiscal ayer en la tarde.