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Estudiantes de UPR Ponce se unen a esfuerzos para recuperar el Sapo Concho

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Por Redacción Es Noticia
redaccion@esnoticiapr.com

 

Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico- Recinto de Ponce participaron en los proyectos de recuperación del sapo concho, involucrando tanto a científicos como a estudiantes en la conservación de esta especie en peligro crítico de extinción.

Los universitarios participaron en la realización de monitoreos en áreas de reintroducción previas y en el monitoreo de poblaciones existentes.

El pasado 17 de octubre, un grupo de seis estudiantes de la UPR Ponce junto a su mentor, el doctor Alejandro Ríos Franceschi, fueron invitados a participar en las actividades de reintroducción del proyecto del sapo concho en el sur de Puerto Rico.

Un reciente hito en estos esfuerzos fue la liberación de 3,000 renacuajos en un área del sur de Puerto Rico, específicamente manejada por Para La Naturaleza, una organización clave en la protección de los recursos naturales de la isla.

Durante su participación, los estudiantes colaboraron en la toma de datos de temperatura y pH, así como en la liberación de renacuajos en las charcas artificiales.

El Sapo Concho de Puerto Rico (Peltophryne lemur) es una de las especies más singulares y emblemáticas de la isla. Se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la pérdida de su hábitat y a la introducción de especies invasoras.

Sin embargo, los esfuerzos de conservación en la isla han cobrado un nuevo impulso, trayendo esperanza para la supervivencia de este anfibio único. El sapo concho es un anfibio terrestre que habita principalmente en áreas áridas y semiáridas del sur de Puerto Rico y en zonas del Karso norteño, donde predominan las condiciones de sequedad y suelos calcáreos.

Aunque anteriormente se distribuía por una mayor parte de la isla, la expansión de la urbanización y la destrucción de los cuerpos de agua temporales que utiliza para su reproducción han reducido drásticamente sus poblaciones.

Este sapo nocturno se alimenta de insectos y otros invertebrados, y depende de la formación de charcas temporales, provocadas por las lluvias, para la reproducción de sus renacuajos. A pesar de su capacidad de adaptarse a ambientes difíciles, la degradación ambiental y la competencia con especies introducidas han empujado al sapo concho al borde de la extinción.

El Proyecto de Recuperación del Sapo Concho de Puerto Rico es una iniciativa enfocada en la conservación de esta especie endémica. Desde 1993, el equipo de trabajo ha liberado más de 700,000 renacuajos, de los cuales 57,191 fueron reintroducidos el año pasado.

El objetivo principal es restaurar las poblaciones del sapo concho en su hábitat natural, gravemente afectado por la pérdida de ecosistemas críticos, la contaminación de los cuerpos de agua y la presencia de especies exóticas. Este esfuerzo busca asegurar que las futuras generaciones puedan conocer y coexistir con una de las especies más icónicas de la fauna puertorriqueña.

Los renacuajos liberados provienen de programas de cría en cautiverio llevados a cabo en zoológicos de Estados Unidos, como Buffalo, Nashville y Carolina del Norte. Estas instituciones han trabajado de la mano con científicos locales para asegurar que los renacuajos sean liberados en las mejores condiciones posibles, maximizando sus posibilidades de supervivencia.

Las áreas seleccionadas para la liberación, como las reservas naturales manejadas por Para La Naturaleza, Ciudadanos del Karso y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), han sido cuidadosamente evaluadas para ofrecer un entorno controlado y seguro. Este entorno es crucial para que el sapo concho pueda desarrollarse y prosperar, enfrentándose con éxito a las presiones ambientales actuales.

El proyecto cuenta con el apoyo de biólogos clave como Ramón L. Rivera Lebrón, del DRNA, quien ha sido pieza clave en la coordinación y éxito de estas liberaciones. Carlos G. Pacheco, biólogo del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS) y anterior director del programa, también jugó un papel vital en la construcción de las bases del proyecto. Jan P. Zegarra, de USFWS y actual director del programa, ha continuado este legado, guiando los esfuerzos para asegurar que los renacuajos sean liberados en los sitios más adecuados para su desarrollo.

Aunque la recuperación completa de la especie sigue siendo un desafío a largo plazo, el progreso alcanzado hasta ahora demuestra que la colaboración entre científicos, instituciones educativas, organizaciones sin fines de lucro y agencias gubernamentales puede lograr grandes avances en la conservación.

Este proyecto no solo busca salvar al sapo concho, sino también restaurar los ecosistemas de los que depende y asegurar que la biodiversidad puertorriqueña prospere.