Por Sara R. Marrero Cabán
GUAYANILLA – Rodeado de flores y en la sombra de un crucifijo, colegas y familiares se despidieron hoy, miércoles, del periodista Reinaldo “Rei” Millán Quiñones en su pueblo natal.
“Su humildad siempre lo ha distinguido. Siempre ha sido una persona que hace las cosas sin buscar el reconocimiento y hace las cosas de corazón con el amor que siempre lo distingue”, recordó su hija, Karla Correa Bonnet, frente a la Funeraria Báez Memorial.
La ausencia física de Millán Quiñones aún es inconcebible para sus seres queridos, quienes expresaron sentir que no han despertado de un sueño.
“Esto ha sido una sorpresa para todos nosotros. Nosotros nos esperábamos que Rei se nos fuera. Una persona que se cuidaba, porque Rei no tenía vicios ningunos. Todavía nosotros no hemos despertado de la sorpresa”, aseguró su hermano, Andrés Millán.
A pesar del pesar de su pérdida, en la sala se palpaba paz y tranquilidad. La conversación de tendencia era el legado incalculable que regaló y los zapatos grandes que intentará llenar la nueva generación de periodistas.
“Para nosotros, ha sido un golpe bien fuerte, porque (Rei) siempre estuvo solidario en todas nuestras luchas. Desde que yo conozco a Rei, Rei siempre estuvo con nosotros y nunca nos falló. Ahora no sabemos quién va a ocupar la posición de él. Sabemos que hay otros compañeros que siempre también han sido solidarios con nosotros, pero va a dejar un espacio vacío siempre lo vamos a extrañar por la manera de ser, por su compromiso con este pueblo”, comentó Jimmy Borrero Costas, portavoz del Campamento contra las cenizas en Peñuelas.
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Millán Quiñones, de 59 años, murió la noche del lunes tras no superar el tratamiento contra la leucemia. La familia cumplirá su deseo de que fuera cremado, pero antes habrá dos actos fúnebres: uno en Ponce, donde desarrolló su carrera profesional y otra en Guayanilla, donde creció y tenía su residencia.
El Centro Cultural Carmen Solá de Pereira, en Ponce, recibirá sus restos mañana jueves -de 8:00 a.m. a 2:00 p.m. – donde miembros de la prensa le harán una guardia de honor, explicó la hermana Aurea Millán.
“Su trayectoria deja una huella que es un ejemplo para las nuevas generaciones de periodistas en cuanto a lo que es el alto sentido ético en esta profesión, la aportación también que hizo a través de su trabajo en los distintos medios que participó, a las comunidades a combatir lo que es la injusticia social en todo el sentido de la palabra. Deja un vacío brutal, sobre todo para aquellos que compartimos más de cerca con él y vimos la calidad humana y vimos esa extraordinaria persona que siempre nos sacaba una sonrisa”, recordó la periodista Sandra Torres Guzmán, quien laboró mano a mano con Millán Quiñones en el programa radial Arranca Puerto Rico.