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Hombre declarado culpable por asesinato de dos puertorriqueñas en Pensilvania

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Por Redacción Es Noticia
redaccion@esnoticiapr.com

Pensilvania – Un hombre del Condado de Chester fue declarado culpable tras asesinar a dos puertorriqueñas, una de ellas embarazada, en hechos ocurridos en mayo de 2022 en Pensilvania.

El juicio duró seis días, en los cuales el jurado escuchó evidencia que detalló cómo Mamadou Kallie mató a su novia, Tiara Rodríguez-Díaz, frente a su hijo de un año, antes de disparar y asesinar a Kimberly Ortiz-Zayas, quien tenía cinco meses de embarazo, el 29 de mayo de 2022. Kallie fue acusado de tres cargos de asesinato en primer grado y otros delitos relacionados. Rodríguez-Díaz era natural de Salinas, Puerto Rico.

Detalles de los hechos

Alrededor de las 9:21 p. m. del 29 de mayo de 2022, la policía respondió a un llamado en el 300 de Mount Pleasant Street en Coatesville por una disputa doméstica entre Kallie y Rodríguez-Díaz. La mujer, quien se encontraba dentro de un Toyota Corolla con su hijo de 22 meses en el asiento trasero, dijo a la policía que todo estaba bien. Sin embargo, Kallie se mostró molesto ante la intervención de las autoridades y se alejó en un Ford Edge negro.

Treinta minutos después, la policía atendió un accidente con disparos en East Glencrest Road, donde testigos reportaron haber escuchado nueve detonaciones. Al llegar al lugar, encontraron a Rodríguez-Díaz con múltiples heridas de bala dentro del Toyota Corolla. Fue trasladada al Hospital Paoli, donde fue declarada muerta. Cerca del vehículo, Ortiz-Zayas yacía en el suelo sin vida.
El hijo de Rodríguez-Díaz no se encontraba en el carro.

Posteriormente, fue hallado ileso con familiares en Coatesville. Se cree que Kallie lo sacó del auto tras el ataque.

Más tarde, Kallie intentó robar un vehículo y obligó al conductor a llevarlo a Filadelfia, confesando el crimen en el proceso.

Eventualmente, fue detenido tras una persecución policial. Al momento de su arresto, portaba un arma de fuego y presentaba manchas de sangre en su ropa.

Tras su juicio, Kallie fue declarado culpable y enfrenta una posible sentencia de cadena perpetua.