Por Sandra Caquías Cruz
GUÁNICA – La empresa Alpha Demolitions detonará una serie de explosivos -a las 9:00 am. de hoy- y de esa forma echará abajo la estructura de 13 pisos que hasta principios del 2020 fue el Centro Vacacional Playa Santa de la Asociación de Empleados del Estado Libre Asociado (AEELA).
La estructura, construida en el 1981, sufrió serios daños por los terremotos que afectaron Guánica en enero de 2020 por lo que fue recomendada su demolición.
La implosión incluye la estructura de 13 niveles, área de la piscina y terraza exterior y un techo de metal. No demolerán la verja, las canchas, caseta del guardia, caseta de la ATH ni la entrada principal, especifica el Memorial Explicativo entregado para la aprobación de los trabajos.
“El edificio en esto momentos representa un peligro”, dijo el director de la AEELA, Pablo Crespo Claudio antes de señalar que teme a que la estructura en cualquier momento caiga.
El municipio reunió a la comunidad para explicarle los pasos que deben seguir en preparación para ese momento. Personal de la empresa Alpha Demolition estuvo en la reunión.
Las familias que tengan algún integrante con problemas de movilidad deberán informarlo al personal del municipio para coordinar su desalojo, así como los que no tengan las facilidades para moverse fuera del perímetro indicado.
Los residentes en un perímetro menor a 500 metros de la estructura deberán estar fuera del lugar a las 8:00 am., cuando se cierren los accesos a playa Santa.
Los residentes que vivan entre 500 o 1,000 metros de la estructura deberán permanecer en sus hogares bajo techo. La comunidad tendrá el parque de pelota como área para observar el momento cuando desmoronen la estructura.
Crespo Claudio aseguró que, aunque la estructura dio positivo a asbesto y plomo, los mismos fueron removido para poder obtener los permisos para la demolición. Indicó que personal del DRNA deberá estar presente en el momento de la implosión.
“Los reportes de laboratorio de asbesto y plomo dieron positivo, se solicita el permiso de demolición condicionado a que se someta la certificación final de no presencia de asbesto y plomo y la certificación final de los trabajos de mitigación según serán aprobados por el Departamento de Recursos Naturales”, reza el Memorial Explicativo del proyecto, documento entregado a la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).
Pugna por arbitrios
Las labores de implosionar el edificio ocurren en medio de un pleito judicial en el que el municipio asegura que la AEELA deberá pagar al ayuntamiento los arbitrios, pero el organismo asegura que por ley están exentos de dichos aranceles.
Un juez del Centro Judicial de Ponce falló a favor de la AEELA. No obstante, el alcalde Ismael Rodríguez Ramos advirtió que estarán apelando esa determinación. El Tribunal había determinado que la demolición podía ocurrir aun cuando no se hubiera decidido el pleito por los arbitrios.
“Nosotros sostenemos como principio que cada cual debe cumplir con sus obligaciones, y ante la determinación del honorable juez Pedro A. Vidal Ríos, que respetamos, pero no compartimos, entendemos que, para procurar justicia, debemos apelar este caso”, expresó el Alcalde.
Explicó que la demolición es de unos $2 millones por lo que debería pagar $129,000 en arbitrios. “Es una organización que recientemente anunció que pagó $90 millones en dividendos”, planteó el ejecutivo municipal.
Mientras, los vecinos enfrentan una implosión con temor a las consecuencias que pueda tener esos trabajos, aunque aseguran que están conscientes que el edificio hay que destruirlo.
Proyecciones para el lugar
Para ese lugar se realizan planos del posible uso que se le daría a los 13,176 metros cuadrados propiedad de AEELA y que proyectan podría mantener como un área recreativa, pero de menos niveles, explicó el Director Ejecutivo de la AEELA.
