Por Dr. Alexander Joseph Arce
Psicólogo clínico, PsyD
Hospital Metropolitano de Cabo Rojo
Las relaciones de pareja tóxicas son un problema de salud pública que engloba múltiples manifestaciones y dinámicas de pareja. No tomar acción por la necesidad de ser feliz y el temor a la pérdida puede traer consecuencias nefastas para la salud mental.
Identificar lo tóxico en una relación y salir corriendo cuando no se pueda lidiar con ello, es una buena elección. Recuerde, más adelante vive gente y para ser feliz es importante que usted se respete como individuo.
En las relaciones tóxicas la autoestima se detrimenta significativamente.
Existen relaciones en las que una de las partes cede el poder a la otra. El efecto a largo plazo es la perdida de la autonomía y el derecho a decidir por si mismo.
Reprimir deseos y emociones nos lleva poco a poco a experimentar problemas psicológicos y, en los peores casos, al desarrollo de psicopatología (enfermedad mental).
Por otro lado, existe las relaciones basadas en el chantaje. En este tipo de relación una de las partes utiliza el chantaje para controlar a la otra parte, su herramienta principal es inducir culpa en el otro. Esto se manifiesta cuando el victimario aparenta estar de acuerdo con alguna decisión de la víctima y luego las utiliza para chantajearla y generar culpa. Por ejemplo: le dice que puede salir con sus amigas y luego utiliza esto para atacar su autoestima y provocar culpa.
El idealizado es una modalidad que se manifiesta en las relaciones tóxicas.
Comienza a hacerse evidente el que uno o los dos miembros de la pareja no se han enamorado de la persona con la que comparten afecto. Simplemente, han idealizado a su pareja.
Cuando esto ocurre, se sobre-valoriza la capacidad que tiene una de las partes para cambiar y amoldarse a nuestras expectativas. Como consecuencia, esta falta de cambio traer rencor y podría desembocar en maltrato, debido a la presión que una de las partes ejerce sobre la otra para que cumpla con sus expectativas.
También, existe la relación idealizada. Aquí el problema principal es la comunicación; ya que existen expectativas diferentes de ambas partes en cuanto a la relación que no se discutieron al principio de la relación. El efecto de la falta de comunicación lleva a una de las partes a sentirse mal.
Esto ocurre ya que, en su intento de cumplir con sus expectativas en cuanto a la relación, ve que la otra parte no responde como espera. El rencor y la frustración se apoderan. En este punto es cuando la relación comienza a tornarse tóxica.
Por otra parte, existe la relación instrumental basada en la mentira. Este tipo de relación está basada en mentiras, en donde una de las partes busca su beneficio personal para llenar un vacío o crisis existencial. El amor esta ausente y se finge.
Por último, las relaciones basadas en el miedo. Estas son tan tóxicas que mantiene prisionero a la parte que carece de la capacidad para afrontar a su victimario.
El miedo a la represaría y la agresión minan la autoestima; llevando a la persona a la sumisión a través del control y poder.
Es importante señalar que durante las etapas tempranas se va formando la personalidad y que las figuras significativas son primordiales en el desarrollo de actitudes y creencias que luego afectan en la adultez.
Por ejemplo, una persona que durante su niñez sus cuidadores le inhibieron la expresión de emociones es probable que en la adultez las reprima y llegue el momento en que la expresión de estas se salga de proporción y afecte a otros, por ejemplo; tornándose agresivo en contra de su pareja, o lo contrario, que se someta a todo tipo de maltrato sin defender sus derechos.
Por otro lado, una persona que la sobreprotegieron durante su desarrollo temprano podría estar en situaciones de maltrato por no creer que es capaz de afrontar la vida sin alguien quien le guie. También, el que vivió maltrato podría esta predispuesto a repetir el patrón en sus relaciones de parejas, claro está, no en todos los casos. Esto son solo ejemplos. Cada caso tiene sus particularidades y hay que verlos en su totalidad.
Finalmente, sin duda alguna, el proteger, cuidar y preparar a los niños durante las etapas tempranas es fundamental para el buen desarrollo psicológico, físico y social en la adultez. Recuerde, las relaciones son para brindarse amor, protección, empatía y comprensión. Si usted, lector, identifica que está en una relación tóxica y no puede salir, busque ayuda profesional.
En el Hospital Metropolitano de Cabo Rojo estamos para ayudarte a encontrar una estabilidad emocional saludable. Hablemos 787-851-2025. Referencia: www.psicologiaymente.com