Por Redacción Es Noticia
Los trabajos descritos en las subastas para reparar las escuelas públicas no resolverá el problema de vulnerabilidad sísmica de los planteles y solo funcionará como un paliativo en muchos casos, tampoco se cuenta con los obreros para realizar todo ese trabajo, advirtió el presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores, Juan. F. Alicea Flores.
“Es una pérdida de oportunidad histórica invertir cantidades significativas de dinero y no obtener la máxima seguridad estructural posible”, expresó.
Explicó que en 1987 se aprobó un Código de Construcción con los requisitos sísmicos adecuados y adaptados a la época moderna. Por lo tanto, destacó, que enfocarse en las escuelas construidas antes de 1987 “permite optimizar el presupuesto y lograr un verdadero proyecto de fortalecimiento sísmico”.
Alicea Flores señaló que la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura del Gobierno (AFI) lanzó una serie de subastas para reparar la condición estructural conocida como columna corta en las escuelas de Puerto Rico.
No obstante, ante esta situación, el presidente de la Comisión de Terremotos del CIAPR, Féliz Rivera, advirtió que “el proceso de lograr unas mejoras efectivas debe considerar como mínimo un entendimiento avanzado de cómo proveer cualidades de estructura nueva a un edificio sísmicamente obsoleto”.
La Comisión, compuesta de ingenieros practicantes y educadores con extensa experiencia práctica y teórica, sostuvo que “identificar la vulnerabilidad estructural de las escuelas solamente a base de la presencia de la condición de columna corta es simplificar demasiado un problema que es mucho más complejo”.
“Con estas subastas se induce a la ciudadanía a percibir una falsa seguridad”, destacó Rivera.
El CIPR subrayó que si no se conoce a fondo la condición global de la estructura de cada escuela no se pueden determinar las acciones que hay que tomar para reforzarlas y sus costos ni se pueden establecer prioridades y “el remedio puede ser peor que la enfermedad”.
“Se requieren evaluaciones escalonadas y rápidas, por peritos en la materia, para determinar las deficiencias reales y establecer así las prioridades más costo-efectivas posibles”, destacaron.
Alicea advirtió que es un error que se sometan a subasta todas las escuelas a la misma vez ya que “no tenemos la cantidad suficiente de contratistas, mano de obra y materiales en Puerto Rico para lograrlo. Esto provocaría un taponamiento de los proyectos, encarecimiento de las subastas y el no cumplimiento de los objetivos”.