|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Por Sandra Caquías Cruz
redaccion@esnoticiapr.com
GUÁNICA – Ángel Vázquez Vega, con apenas 28 años de edad, levantaba un colmado en la comunidad Ensenada, en este pueblo, cuando el terremoto golpeó su esfuerzo y empeño.
El movimiento de tierra estremeció el local y agrietó sus columnas, algo que lo obligó a recoger su mercancía y cerrar, aunque no por mucho tiempo.
El joven, quien en el 2015 se graduó de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, sacó su gallardía, alquiló un contenedor, lo energizó con un generador, le colocó acondicionador de aire, neveras, tablillas y un pequeño anaquel central.
Vázquez Vega llamó a cuatro de los once empleados que tenia el pasado 7 de enero, cuando ocurrió el terremoto.
Super Colmado Mi Plaza reabrió sus puertas la pasada semana. El vagón está sobre un terreno cercano a donde estuvo el negocio. Los clientes comenzaron a llegar. También los suplidores.
Vázquez Vega explicó que ese será el negocio en lo que le entregan un vagón de mayor tamaño que ordenó construir.
Mientras, ese es el vagón que volvió a dibujar una sonrisa en el rostro del joven empresario y el de sus empleados, los que espera aumentar mientras pasen los días. «Poco a poco vamos a traerlos», dijo.
El Super Colmado Mi Plaza lleva una semana en el vagón con una amplia variedad de mercancía, incluyendo artículos de primera necesidad.
Otra parte del inventario está en otro vagón adjunto. Los empleados se encargan de suplirla cada vez que un cliente procura por uno de los artículos, una gesta que esperan aliviar en pocas semanas cuando les entreguen el contenedor de mayor tamaño.
«Mis planes era hacer una estructura en cemento, pero dado por este caso (sismos) que ha sucedido, lo que vamos a hacer es trabajar en vagones», indicó.
«Aunque es pequeño, por el momento nos resuelve en lo que hacen uno más grande», dijo Vázquez Vega, quien asegura que sus clientes «están volviendo a respaldarme».
Vázquez Vega no es el único comerciante que lucha por mantener su negocio en la comunidad Ensenada. La Ferretería Sagrado Corazón abrió sus puertas en el mismo lugar aunque en la parte lateral de la estructura.
