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La mosca blanca acecha las sandías santaisabelinas

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Por Nydia Bauzá
redaccion@esnoticiapr.com

 

SANTA ISABEL – El virus de la marchitez súbita de la sandía, también conocido como “watermelon vine decline”, hizo que la agricultora Carla Escalera perdiera en días recientes ocho cuerdas del refrescante fruto.

Se trata de un virus que propaga la llamada mosca blanca, un insecto que arrasa cultivos de frutas y vegetales.

“Es una enfermedad progresiva, un tipo de hongo bien agresivo. Perdí toda mi última siembra”, lamentó Escalera, quien se dedica a la producción y cultivo de melón de agua, entre otros productos, en su finca Tierra Santa, en Santa Isabel.

“Ya he perdido cuatro siembras de melón por este virus, unas 24 cuerdas aproximadamente por esta enfermedad”, explicó Escalera. Dijo que los cultivos santaisabelinos comenzaron a sufrir del agresivo virus después del huracán María.
Sostuvo que una vez el hongo ataca la mata, la sandía no se puede cosechar porque la enfermedad afecta la planta. “La pone amarillenta porque ese virus se localiza en el tallo y a simple vista parece como si estuviera pudriéndose. Hace que los nutrientes y fertilizantes no se transmitan de forma correcta”, describió.

Escalera indicó que la enfermedad provoca a veces que las sandías escaseen en tiendas y supermercados. “Hay una merma en la producción de sandías a nivel isla. Hay unos agricultores afortunados y puedo decir que soy una de ellos porque todavía puedo producir melón y se me dá. Perdí la última siembra, pero son cosas que pasan. Hay que seguir asumiendo los riesgos”, dijo la optimista agricultora.

“El melón estaba hermoso y de pronto se empezó a debilitar y a ponerse amarillento. Fui a la Estación Experimental en Juana Díaz y me dijeron que era ‘vine decline’ y que si tenía otra siembra al lado la eliminara también porque la mosca blanca brincaría a la otra siembra y le iba a dar el virus también. Con mucho dolor en el alma eliminé ocho cuerdas”, relató. Las pérdidas sumaron entre $20 mil a $25 mil dólares, estimó.

Dijo que al pepinillo, que también cultiva en su finca, le puede dar un hongo por la lluvia que puede matar las siembras. “Es bien delicado. Nosotros estamos batallando con muchas plagas, con muchos hongos y con el mismo mercado, por tantos productos que traen de afuera y nosotros peleando para poder vender los nuestros. Estamos batallando mucho con la agricultura cuando no debe ser así, las puertas deben estar abiertas para la agricultura”, reclamó Escalera.

“Esos detalles son importantes para que más agricultores y agricultoras se enamoren de la agricultura”, agregó la ex baloncelista de la Selección Nacional de Puerto Rico.