Por: Héctor Coca
Sicólogo
Son inesperados. Es el surgimiento abrupto de miedo intenso que alcanza su máximo en minutos. Durante este tiempo es frecuente, al menos, tener síntomas físicos o cognoscitivos.
Solo hace falta observar cuatro de ellos como criterio para diagnóstico. Si sucede más de un ataque en un periodo de un mes o menos, se considera un trastorno de pánico.
Si estos suceden como parte de las reacciones a otro diagnóstico de salud mental se llaman entonces un “especificador de ataque de pánico”, (“panic attack specifier”).
Los síntomas de un ataque de pánico son los siguientes: Palpitaciones aceleradas, sudor, temblores, sensación que falta la respiración,
sensación de ahogamiento, presión o molestia en el pecho, nausea o incomodidad abdominal, sensación de mareo o desmayo, calor
excesivo o escalofríos, “Paresthesias” (parestesia) sensación de adormecimiento y hormigueo, derealización (sensación de no estar en la
realidad) y depersonalización (sensación de abandono del cuerpo), temor de perder el control, y temor de muerte.
Hay que aclarar que un ataque de pánico no causa la muerte. ¿Qué lo causa? Existen muchos posibles factores.
Entre los más comunes se encuentran los siguientes:
-Haber crecido en un hogar donde la tensión era frecuente.
-Haber sido víctima de maltrato en la niñez.
-Sobrecarga de estrés por tiempo prolongado.
-Haber sido criado por alguien que sufría ansiedad o ataques de pánico.
-Experiencias traumáticas en la adultez (haber sido víctima del crimen, violencia doméstica,
accidentes, haber presenciado una experiencia traumática.)
-Padecer depresión por tiempo prolongado.
-Problema de ansiedad por tiempo prolongado.
Lo único que hace falta es que del ambiente llegue la mínima señal y nuestro cerebro medio (cerebro
emocional) confunda la señal y lo asocie con peligros pasados. Esto nos puede suceder aún en medio de
una fiesta pasándola bien.
¿Cómo se trata esto? Lo primero que debemos recordar es que los ataques de pánico son cortos pero
intensos. Dura un promedio de 10 minutos en pocos casos 20. Es bien desagradable pero no te pueden
hacer daño. Importante recordar que las condiciones médicas tienen prioridad. Si sospechas que es un
ataque al corazón, arranca para emergencia pues hay que ir a la segura.
Estas son las estrategias más utilizadas para tratarlos:
-Consulta a tu psicólogo. De esta forma podrás entender mejor tus circunstancias particulares y
estado emocional.
-Enfrenta. Los ataques de pánico se vencen mostrando a tu cerebro que la situación no ofrece peligro. Para esto, de forma gradual, espera que los síntomas sucedan sin desesperarte. Esto se reducirá con el tiempo.
-Cambia tu estilo de vida. Mejor manejo del tiempo, actividades placenteras, ejercicio, buena alimentación. Invierte en relajación. El yoga y otras técnicas de relajación muestran ser útiles para reducir la frecuencia y la intensidad.
-Entra a tu pensamiento. Cuestiona las imágenes o pensamientos que entran a tu mente de forma automática y que no tienen sentido. (ej. Experimentar pensamientos frecuentes de que algo terrible pasará sin que sea racional).
¿Medicación? Consulta al psiquiatra en el momento en que necesites una ayuda química si tienes problemas severos de funcionamiento. El
riesgo es que crees un hábito psicológico, o pienses que los medicamentos te van a “curar”. No, tú misma te curas de los ataques de pánico.
Toma algún tiempo y requiere de tolerancia contigo mismo, pero lo harás. Miles de personas lo superan y tú también lo lograras.