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Maddy: una mujer que enfrentó el rechazo

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Por Sandra Caquías Cruz

redaccion@esnoticiapr.com

 

PONCE – Talento y superación son dos palabras que describen a la actriz Maddy Enid Rivera Caraballo, quien no solo enfrentó sus miedos a pararse frente a un público sino para alcanzar su sueño de ser actriz.

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Maddy superó el discrimen de los vecinos del residencial público a donde llegó cuando tuvo que mudarse del campo a la ciudad. Vivía en Adjuntas y se mudó a Ponce. Llegó al residencial con un vestido recatado y cargada de timidez.

A ese rechazó sumó el de la sociedad. Tuvo que enfrentar y vencer el discrimen de los que la echaban a un lado cuando se enteraban de que vivía en un residencial público. “Al principio tuve que enfrentar muchos rechazos”, recordó.

Fotos: Tony Zayas / Periódico Es Noticia

“Me dio coraje; me dio tristeza, pero al mismo tiempo me dio cierto complejo. Me preguntaban dónde yo vivía y prefería no hablar del tema. Sentía que si decía donde vivía me rechazarían”, dijo al narrar una experiencia de un joven que salió corriendo del lado de ella cuando le contestó que vivía en un residencial público.

La actriz, que aún vive en el residencial Rafael López Nussa, en Ponce, recuerda la ocupación de ese complejo de apartamento por parte de la Policía. La entrada del entonces superintendente de la Policía, Pedro Toledo, con su ‘Mano dura contra el crimen’ y todo el operativo que observó desde el apartamento cuando la Policía y la Guardia Nacional ocuparon el residencial en que ella vivía con su mamá y hermanas.

Sentada frente al Teatro La Perla, Maddy narró a Es Noticia muchas de sus duras vivencias. Y al concluir la entrevista, se dirigió a su carro, abrió el baúl, rompió un bolso de comida de perro y se dirigió a darle alimento a una perra que pasaba por el lugar, al parecer, buscando algo para comer.

“Rescato y busco albergue a los animalitos”, dijo mientras intentaba abrir la bolsa de alimento seco para perro que recibe de donantes. “Cuando esto se termina; abro la cartera”, comentó en referencia a que compra comida para los animales realengos.

La primera inspiración por las tablas se la puso en sus manos el bibliotecario de la escuela superior. Le regaló un libro. Luego le regaló otros libros y fue así como los libros la conquistaron e ingresó a la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, donde se decidió a participar de una prueba de talento. Pasó la prueba y desde entonces su vida ha girado en torno al teatro, tanto dentro como fuera de Puerto Rico.

“Yo era bien tímida, pero el teatro me dio esa libertad. Me mostró quién era. Yo me pude ver a través del teatro y ahora quiero compartirlo con los demás; por eso me embarco en sueños y en proyectos”, expresó.

Maddy ha trabajado en un sinnúmero de obras de teatro y en telenovelas. Al lado de primeras figuras de la actuación tanto locales como de otros países, entre ellas, Alba Roversi, Marisa Rodríguez y Juan Soler. Vivió en Miami y allá también trabajó de actriz.

A nivel local laboró en escena junto a Braulio Castillo, con quien comenzó conversaciones para regresar con la comedia Dinosaurios.

¿Qué tan difícil es el teatro para la mujer? “Lo puedes notar simplemente cuando llegan los famosos premios Óscar. Ahí puedes ver mucho discriminen, porque la mayoría de los que ganan son hombres. Dan un premio al mejor director. ¿Y dónde están las mujeres? ¿Es que acaso no hay mujeres que tengan la visión para ser grandes directoras de cine?”, preguntó.

“A los personajes, las quieren que se vean bien jovencita. Se dejan llevar por la apariencia física, por la edad… Todavía nos falta mucho”, comentó.

Maddy tiene muchos deseos continuar en la actuación, aunque reconoce que el discrimen está muy presente en su carrera.

“Yo me siento muy joven, llena de vida y energía, pero sé que voy entrando en una etapa de mi vida… lo que quiero es ayudar a otros para que también se encaminen en este mundo fascinante que es el teatro”, expresó.