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Mamá promueve el arte de hija autista

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PONCE – Lizania Alvarado Mercado recibió el diagnóstico de autismo de su hija Denise Joaliz cuando la niña tenía 3 años de edad. 

El desconocimiento sobre el tema causaba un inevitable temor en mamá. ¿Qué procede? ¿Qué va a pasar con mi hija? ¿Qué tengo que hacer? ¿Podré cuidarla bien?, eran algunas de las preguntas que venían a su mente.

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Tras buscar ayuda e información sobre el tema, Lizania decidió brindar a su hija todas las herramientas a su alcance. “Denise recibe terapia de habla y lenguaje, terapia ocupacional sensorial y terapia sicológica. Como medios alternativos, ha recibido equino terapia, musicoterapia, aromaterapia y nado con delfines, pero su parte favorita es pintar, crear y dibujar”, contó.

Lizania observó que su hija disfrutaba de colorear y dibujar. La mamá fue comprando materiales para que su hija se entretuviera y pudiera crear sus dibujos. “Al principio le compraba libros de pintar y crayolas, pero empecé a observar que ella hacía sus propios dibujos y los plasmaba en las libretas, en los libros o en cualquier papel en blanco. Poco a poco fui comprando libretas de dibujar, marcadores, lápices, pinturas y todos esos materiales que le ayudaran a hacer su arte”, explicó.

El tiempo de Denis con sus dibujos, no solo la ayudaba a crear y a estar concentrada, si no que evitaba que la menor se refugiara en los diferentes equipos electrónicos que le llamaban la atención.

“Su arte es sencillo, tipo caricatura, pero tiene sus distintivos. Entre sus personajes principales se encuentran gatos, pájaros, zorros y peces. Cuando alguien ve sus dibujos ya sabe que fue ella. Todos tienen ojos grandes y expresivos, utiliza muchos colores vivos y sus obras siempre denotan alegría”, indicó Lizania.

Pero la llegada de la adolescencia se convirtió en uno de los momentos más difíciles. “El comportamiento de mi hija cambió. En ocasiones se tornaba agresiva y yo tenía que cuidarla, pero a la misma vez era mi responsabilidad cuidar y proteger a sus hermanitos Valentina y Daniel. Fue fuerte porque el cambio de conducta era bien marcado, pero no era su culpa”, explicó

Poco a poco la familia de Denise fue entendiendo y asimilando que la joven no será una adulta auto suficiente. “Yo estoy muy clara de que mi niña siempre va a necesitar de alguien que la ayude y también estoy clara de que nosotros no somos eternos. De esa inquietud nació ‘Los Dibujitos de Denise’”, contó la bióloga de profesión.

“Mi sobrina Gabriela Vélez Alvarado tuvo la idea de digitalizar las obras y mercadear diferentes productos con el arte. Mi principal interés era crear un fondo para que, cuando yo ni mi esposo estemos, Denise pueda subsistir. Tal vez ella no va a tener un trabajo como otros, pero sus dibujos le pueden ayudar a tener un ingreso con el cual pueda subsistir y costear sus terapias y medicinas”, indicó.

El publicar los dibujos de su hija es una forma de educar a la sociedad y hacerles saber que una persona con autismo tiene sus propias formas de expresión. “Mi hija no verbaliza mucho, pero por medio de sus dibujos puede expresar su estado de ánimo, cómo se siente, lo que quiere y lo que le gusta. Ella habla a través de su arte”, dijo.

Hoy día los Dibujitos de Denise se mercadean en una plataforma digital y su acogida ha sido excelente.

“Agradezco a mi esposo Carlos Malaret López, a mis hijos Daniel y Valentina, a mi familia y a todas esas personas cercanas que aman y respetan a Denise tal y cual es. Agradezco al autismo y a mi hija por enseñarme a valorar las cosas pequeñas y simples de la vida”, expresó.