Por Sandra Caquías Cruz
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ARROYO – La costa de Arroyo, un pueblo en el sueste del país amenazado por la erosión costera, se transformó hoy -viernes- en un centro de entrenamiento para tropas militares.
El potente sonido de los helicópteros militares retumbó en el área de lo que se conoce como balneario Chiriopolis, así como en sus comunidades cercanas. Llegaron a ser cinco las naves que, una al lado de la otra, cruzaban el cielo para luego perderse en el horizonte azul.
Mientras, según informaron, tres buques -el IWO SIMA, FLL. Lauderdale y el San Antonio- cargados de un centenar de tropas (cada tropa es un soldado) se mantenían a gran distancia de la orilla.
La presencia militar ocurre en momentos en que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, enfatiza en la intervención con Venezuela y recrudecen las hostilidades entre los mandatarios de ambos países.
Hace apenas unos días, una embarcación, supuestamente con droga procedente de Venezuela, fue destruida por la milicia estadounidenses alegadamente en aguas internacionales.
La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González Colón, avaló la intervención militar y dijo que responde a una ofensiva contra el narcotráfico.
«Durante demasiado tiempo, los carteles y el régimen narcoterrorista en Venezuela han inundado nuestras comunidades con drogas peligrosas, alimentando el crimen violento en nuestras calles y poniendo en peligro la seguridad pública de los ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico y en todo el resto de los EE.UU. Estamos orgullosos de apoyar las operaciones antiarcóticos de nuestra nación en el Caribe», escribió junto a los emojis de la bandera de EEUU y Puerto Rico.
Según trascendió, información que no fue confirmada porque ningún funcionario de la Marina estuvo disponible para emitirla en el área de entrenamiento, es que los soldados que se encontraban en Arroyo tendrían como destino Afganistán, pero el Presidente estadounidense dio instrucciones de que se quedaran en el Caribe.
Mientras, en el área de entrenamiento, en Arroyo, no pasó desapercibido el arribo de dos enormes transportes anfibios que salieron de los buques y se estacionaron en la orilla, cargados con varios camiones y soldados.
El entrenamiento en tierra comenzó a eso de las 7:00 am. y frente a personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), quienes tenían la responsabilidad de velar que no impactaran el ecosistema en ese perímetro.
El subdirector del DRNA, Nelson Cruz, indicó que en rondas anteriores ni en la de hoy en la mañana, avistaron tortugas marinas ni el juey que está en peligro de extinción.
Explicó que el DRNA tenía embarcaciones -con vigilantes- para velar que otras naves no se acercan al perímetro de entrenamiento.
Con quien sí hubo intervención fue con pescadores, quienes horas del entrenamiento fueron reunidos para explicarle lo que ocurriría. La intervención la hizo el alcalde de Arroyo, Eric Bachier, quien explicó que le solicitó que no estuvieran de pesca en el área establecida para entrenamiento y que si lo hacían regresaran al muelle antes de las maniobras.
Bachier explicó que los militares le ofrecieron ayuda y que le pidió que le construyeran una rampa para los pescadores porque la que tenían la destruyó el huracán María. Según dijo, los militares le prometieron esa ayuda.
En el perímetro de los entrenamientos había mucha presencia policiaca. Se permitió que la ciudadanía pudiera observar la operación y hubo el que llegó a los anfibios y se tomó fotografías, tanto en el lugar como con los soldados.
El Alcalde indicó que la operación será durante esta semana y que no utilizarían ningún arma que ponga en riesgo a la comunidad aun cuando se observó que los soldados cargaban sus armas largas.
Además, el Alcalde señaló que permitirá esas prácticas, pero no la permanencia como en el pasado cuando el pueblo se unió para reclamar la salida de la Marina de Puerto Rico.
“No creo que vengan con un interés de establecer una base en el pueblo de Arroyo”, dijo Bachier.