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Menopausia: una etapa natural, no enfermedad

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Por Marga Parés Arroyo
redaccion@esnoticiapr.com

 

¿Sabía que la edad promedio de la menopausia, en Puerto Rico, es de 51 años? Este dato cobra especial importancia considerando que, según datos del Departamento de Trabajo de Puerto Rico, 15% de la fuerza laboral del país está entre las edades de 45 a 55 años. Eso implica aproximadamente a uno de cada siete o 15 de cada 100.

“Es una transición, una etapa en la de vida de las mujeres. Para aquellas con síntomas hay tratamientos, y no son “antiaging”, sino para manejar los síntomas”, indicó la doctora Carmen Zorrilla, obstetra ginecóloga y destacada investigadora de la salud de la mujer, materno infantil y el VIH, quien advirtió que no todas las mujeres manifiestan síntomas durante este proceso natural de la vida.

Hoy, 18 de octubre, es el Día Mundial de la Menopausia. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) describen esta etapa como “cuando la mujer ya no tiene períodos menstruales (reglas)”, advirtiendo que “no es una enfermedad o trastorno, sino una parte normal del envejecimiento en las mujeres”.

“La edad menopáusica va con la línea materna. Si tu mamá está viva y dice que fue en su caso a tal edad, va por ahí (la tuya). Hay pacientes de 60 años y todavía tienen regla espontánea. Cuando las veo y están bien les digo, fantástico, porque no has tenido que tomar hormonas”, sostuvo Zorrilla, catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

Según explicó el doctor Nabal Bracero, obstetra ginecólogo especialista en endocrinología reproductiva e infertilidad, para identificar si una mujer está en esta etapa se hace una retrospectiva para determinar si ya ha pasado un año desde su última regla o menstruación. Al período previo, unos tres a cinco años antes, se le conoce como perimenopausia.

“Es un tiempo donde hay que prestar atención a los tejidos que dependen de estrógeno. Hablamos del hueso (riesgo de osteoporosis), pero también (puede afectar) el piso pélvico, la vagina y los órganos reproductivos. (Pueden tener) problemas en las relaciones sexuales. También, disfunción a nivel del cerebro y (afectar su) calidad de sueño, desordenes de ánimo y depresión, cuando hay ausencia de suficiente estrógeno”, dijo el director médico de PROGyn.

Los conocidos “calentones y sofocones” son algunos de los síntomas más populares de esta etapa, coincidieron Zorrilla y Bracero, quienes también señalaron otras manifestaciones, como dificultad en concentración y el riesgo de pérdida de densidad ósea.

“No todos los síntomas son tan serios. Algunas mujeres, incluso, lo pasan (la menopausia) sin ninguna preocupación”, reiteró Bracero.

Según indicó, hay que establecer si la paciente puede utilizar tratamientos no hormonales dirigidos a atender los síntomas. Si estos no resultan efectivos, hay opciones terapéuticas hormonales que se deben considerar, comenzando con tratamiento de estrógeno en las dosis más bajas y por el menor tiempo posible.

Advirtió, sin embargo, que la ventana de beneficios para el tratamiento hormonal con estrógeno es durante los diez años inmediatos al comienzo de la menopausia ya que, después de ese período, no ha demostrado resultar de tanto beneficio.

“Hay estrógenos aprobados por la FDA y otros no, como los famosos “pellets”, explicó Barrero, quien comentó que las pacientes que buscan tratamiento son generalmente las que enfrentan síntomas durante este período.

Estudian los efectos

Durante la perimenopausia (transición o etapa previa a la menopausia), las mujeres pueden tener interrupciones en su ciclo menstrual, explicó la doctora Zorrilla.

“Hay personas que llevan ocho meses sin regla y de momento les llegó (la menstruación), así que no es menopausia hasta que pase un año completo (sin regla). Por eso es importante que, después de los 46 (años) sigan anotando (la fecha de) sus reglas para asegurarse (de cuándo comienzan la menopausia)”, dijo.

Por otra parte, comentó que un estudio llamado “Women’s Health Initiative” reclutó a miles de mujeres en las edades de la menopausia. Según explicó, se dividieron en varios grupos para evaluar las terapias de reemplazo hormonal. A unas se les dio solo estrógeno y a otras una combinación de estrógeno y progestina, mientras otras fueron un grupo control que solo recibieron un placebo. Se encontró que la terapia hormonal combinada de estrógeno y progestina aumentaban el riesgo de ataques del corazón y derrames o accidentes cerebrovasculares.

“Se formó un temor grande porque no quieres hacerle daño a nadie”, sostuvo.

Sin embargo, comentó que análisis recientes de estudios en Holanda sobre osteoporosis (que incluyeron mujeres que habían estado en tratamiento hormonal, lo suspendieron y regresaron a esta terapia) encontraron “que no era la droga, sino la formulación”.

“La conclusión es que las hormonas no aumentan el riesgo de derrames ni ataques del corazón, pero tienen que estar en los primeros diez años (después) de la menopausia”, indicó Zorrilla, quien comentó que el tratamiento hormonal es una alternativa durante este proceso.

“Luego de 20 años de los médicos tener esa visión de que (estos tratamientos hormonales) causaban derrames y ataque al corazón, tenemos que transformar la orientación con datos más recientes”, agregó.

Cuidado con los riesgos

Entre varios mitos, Zorrilla destacó el riesgo de tratamientos que se promocionan como naturales, derivados de plantas.

“La gente piensa que si es natural no hace daño, pero la molécula de donde venga va a tener un efecto en el receptor de la célula y (a nivel) biológico. No importa de dónde, puede haber contraindicaciones y riesgo. Puede ser un mito que si es (un producto) natural no hacen daño, pero siempre les explico esto, que va a tener un impacto biológico”, dijo.

También mencionó que otro mito era que las mujeres con VIH tenían la menopausia más temprano, pero estudios han demostrado que no.

“Algunos estudios encuentran la asociación y otros no”, señaló.

Por otra parte, Zorrilla indicó que la menopausia temprana es la que les da a mujeres de 35 años o menos. La menopausia idiopática, explicó, ocurre cuando los ovarios dejaron de funcionar y hay que investigar por qué razón.

“Puede ocurrir por razones quirúrgicas, como pacientes de cáncer que le sacaron la matriz y los ovarios. También después de (tratamientos con) radiación y quimioterapia. Hay algunas condiciones de vida o muerte en que partes del tratamiento pueden afectar los ovarios. No los veo mucho (estos casos de menopausia temprana), pero los hay”, dijo.

Explicó que estos casos suelen tratarse con terapia hormonal hasta que la mujer alcance la edad normal para este proceso. Durante el mismo, dijo, se hacen pruebas para medir FSH y LH, dos péptidos que producen la glándula pituitaria. Niveles elevados, sostuvo, indican que hay menopausia.

“Cada mujer es un mundo. Cada cual tiene que conocer su propio mundo y nosotros, como proveedores también para poder mantener la salud reproductiva e integral”, reiteró.

El doctor Bracero coincidió en que hay casos de menopausia que ocurren más temprano, antes de los 40 años. También, de mujeres buscando embarazos en edades más tardías.

“Lo estoy viendo con una frecuencia más marcada (mujeres retrasando su deseo de maternidad). Veo problemas de calidad del óvulo y más adelante con franca menopausia, que se les va la regla después de los 40 años. Se pueden ver (casos de menopausia temprana) tan temprano como la adolescencia, a los 18, 20, 25 años. Los he visto”, manifestó.

Según explicó, la mayoría de las clínicas de fertilidad tienen una “línea fronteriza” de promover estos tratamientos hasta los 50 años.

“Después de los 40 años van a requerir óvulos donados para quedar embarazadas. Después de los 45 ya están cerca de la menopausia y la calidad de óvulos es deficiente, con propensidad a defectos genéticos. Por eso es de gran beneficio los óvulos donados (en estos casos). Sí, veo cada vez más gente, más tarde, buscando embarazo”, dijo Bracero.

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