Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – Moraima Machado Mercado creció bajo el amor incondicional de ser hija única. Estudió diversos grados universitarios hasta convertirse en abogada. Se casó y solo tuvo un hijo: un varón que murió a sus cortos dos años por ahogamiento.
Moraima, como la llaman sus allegados, se enfrentó en ese momento al dolor más duro que puede sentir una madre: el perder a su único hijo. El dolor la acompaña a toda hora y no es solo de ella. También lo viven sus padres, abuelos del pequeño Diego.
“Es un dolor que yo sé que va a estar conmigo hasta el día que me entierren”, describió Machado Mercado.
La joven madre afirmó que el sufrimiento de perder un hijo nunca se supera, se trata de vivir con él. Y es por lo que, cuando se entera que hay una madre enfrentando lo que ella sufrió, corre a ayudarla. Así la vimos, en el suelo de una funeraria, identificada con otra madre que se desmayó cuando se enfrentaba a esa realidad.
“Necesito ayudar porque yo sentí ese dolor y como para mí ese es el dolor más grande del mundo si yo veo a otra persona que está atravesando esa experiencia tengo que estar allí porque sé que me puedo reflejar en esa persona y puedo entender que va a haber un antes y un después desde ese momento”, dijo.
“Diego, pues lamentablemente su muerte fue de una forma inesperada. La partida de Diego fue un accidente en junio del 2019; tres años de un suceso que marcó mi vida y la vida de toda mi familia. Un suceso que jamás pensamos que podría ocurrirnos».
“Como yo sé que muchas personas no tienen, tal vez, un bastón donde agarrarse y aguantarse en el proceso, pues yo lo quiero hacer con las personas que realmente necesitan esa mano; porque verdaderamente no te puedo decir que lo podía haber hecho sola».
“En mi caso, cuando ocurrió el accidente, yo me desmayé, o sea, yo literalmente caí al piso y yo no me podía sostener sobre mis pies, y así estuve meses, que no me podía sostener en mis propios pies, que no podía caminar, no podía tragar, solo quería dormir y cuando me levantaba era a gritar. Fue un proceso de shock. Días difíciles, donde tuve que requerir ayuda profesional para poder trabajar en el proceso de reincorporarme al mundo, porque yo veía el mundo desde una perspectiva bien lejana, era el mundo allá y yo acá”, describió.
Moraima no se quedó con las manos cruzadas. Le tomó unos meses, pero regresó a su trabajo. Estuvo internada recibiendo ayuda profesional. Recuerda que enfrentó días que solo deseaba dormir y no despertar, pero con mucho apoyo de sus allegados, compañeros de trabajos y ayuda profesional, logró reincorporarse a su rutina.
“Yo todavía estoy en ese proceso o sea hay días que yo no puedo trabajar, y hay otros días que me siento mejor, que me puedo vestir, yo respeto mi duelo y esa es la invitación que yo le hago a las mamás que pasan por esto”.
“A las madres que están pasando por esto, quiero decirles que tienen que tener mucha compasión con su dolor. El día que ustedes quieran hacer algo, lo hacen, el día que ustedes quieran homenajear a su hijo, lo hacen. No tienen que ser homenajes grandes, puede ser una carta, una vela, un globo… No podemos obligarnos a hacer cosas que nosotras mismas no podamos hacer en ese momento. Tenemos que ser conscientes de nuestro duelo y trabajar sobre el duelo. Si queremos dormir, dormimos. Si tenemos que coger una siesta, hablar con algún profesional, con algún amigo, para eso es que está la Fundación ‘Swin for Diego’, para canalizar este tipo de emociones», explicó.
Explicó que ella también atraviesa por esos momentos. “obviamente soy un ser humano. Si no me siento bien, no puedo ayudar, pero ya yo sé cómo trabajarlo». Describió
Describió lo que ha vivido tras la muerte de su hijo como un “proceso desgastante, tan frustrante, lleno de incertidumbre, de penas, de tristeza, en esa montaña rusa de emociones, pues pasé por muchos momentos bien difíciles que me han traído hasta donde estoy hoy. Es algo tan difícil de poder explicar, a menos de que uno lo viva». Moraima
Moraima luego de eso y de haber pasado por la crisis y por lo que viene detrás de un golpe tan fuerte, desarrolló la Fundación ‘Swin for Diego’. La Fundación le permite llegar a otras madres y familias que atraviesan el dolor de perder a sus seres queridos, en especial a un hijo.
La joven viaja la Isla en busca de llevar aliento y lograr que otras madres sepan que se pueden superar. La Fundación, describió, “básicamente lo que inspira y lo que trata de buscar a lo largo de su vida, que espero que sobreviva después de que yo me vaya con Diego, en el momento que Dios determine, es ayudar a los padres y madres que están enfrentando la pérdida de un hijo. Yo aprendí que este es parte de mi trabajo de vida o sea yo no lo veo como un trabajo aparte. No. Mi trabajo de abogada, esta (Fundación) es mi misión personal”, describió.
“Mi mensaje a las madres que pudieran estar pasando por eso y algunas que no, pero pudieran sentirse a lo mejor triste, ansiosas, pasado por una situación bastante fuerte, en este Día de las Madres les quiero decir que sus hijos están con ustedes. Ellos están bien cerca de ustedes”.
“(Este Día de las Madres) celebro a todas mis tías, a todas mis primas, y a toda mi familia Machado y Mercado. A esas mujeres que estuvieron conmigo antes y durante el proceso más difícil de mi vida y están conmigo ahora, al verme resurgir”.
“El Día de las Madres, mami felicidades, y aunque te tengo cerca, gracias a Dios, es un día muy especial para nosotras. Estaremos tranquilas, pasándola como siempre, en unión familiar y dándonos mucho apoyo durante estas festividades. Te amo mucho mami”, le expresó.
A las que necesiten ayuda de la Fundación se pueden comunicar al 787-245-2335 o en Facebook me consiguen como Moraima Machado Mercado.