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Muere el compositor Antonio Cabán Vale: ‘El Topo’

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Por Redacción Es Noticia
redaccionesnoticiapr.com

 

El cantautor puertorriqueño Antonio Cabán Vale, mejor conocido como El Topo, murió anoche tras el deterioro de su salud, trascendió en la prensa.

Visita de ‘El Topo’ al barrio San Antón, en Ponce.

Tenía 82 años. Cabán Vale nació en noviembre de 1944. Estudió un bachillerato en pedagogía y se graduó en 1966 de la Universidad de Puerto Rico.

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Fue fundador del grupo musical Taoné. En esta agrupación, de especial importancia en el rescate del folclore como forma de identidad nacional, interpretaba sus poemas en forma de canciones y empezó a descollar en el movimiento de la nueva canción de Puerto Rico, al lado de intérpretes como Andrés Jiménez, Noel Hernández y Roy Brown.

Entre sus composiciones se destaca especialmente ‘Verde Luz’ que terminó convirtiéndose en un himno por la independencia y la Canción de ‘Antonia’, dedicada a la joven universitaria Antonia Martínez Lagares, mártir de las luchas estudiantiles.

El Topo editó más de 20 álbumes de larga duración. También escribió dos libros de poesía: Un Lugar Fuera de Tiempo y Penúltima Salida.

Biografía de Antonio Cabán Vale: ‘El Topo, según la Fundación Nacional para la Cultura Popular. En 1961 se trasladó a Río Piedras para realizar estudios en la Universidad de Puerto Rico, donde inició así una nueva etapa en su vida. Durante estos años, Antonio vivió todas las tragedias que cualquier estudiante de pueblo pequeño podía encontrar en una universidad grande. Es también en la Universidad donde fue bautizado con el mote de “El Topo”, con el cual se dio a conocer en el medio artístico.

Durante sus años universitarios comenzó a publicar algunos de sus poemas en la revista “Guajana”; publicación que presentaba las obras de los jóvenes más destacados dentro del quehacer poético.

En 1966 recibió el grado de Bachiller en Artes y Ciencias Sociales luego se despeñó como maestro en la escuela pública por espacio de dos años. Es en medio del quehacer didáctico que Antonio siente la inquietud de llegar a un número mayor de personas con sus versos.

Ante lo limitado que resultaba la poesía como vehículo de expresión popular, al entrar en la década de 1970 comenzó a ponerle música a sus poemas. Muchas de las canciones fueron incluidas en el repertorio del grupo Taoné, el cual fundó y perteneció. Con ellos se fortalecieron las raíces de su experiencia musical, dando inicio su etapa como cantante.

En medio del apogeo de la nueva canción en Puerto Rico, el nombre de Antonio Cabán Vale adquirió una fuerza impresionante en el mundo de la música. La sencillez de sus versos conquistaron la audiencia al son de “Flor de amapola”, “Qué bonita luna”, “Los lirios del campo”, “Dónde vás María” y “Solina, Solina”.

Su romántica “Canción de los amantes” contó con innumerables versiones. El número “Expresa lo que sientes” sirvió de tema a la campaña del Departamento de Servicios contra la Adicción. Y la denuncia política se alzó en su voz ante el grito de “Antonia” y el cantar del clásico “Canción del pueblo”.

Más aún, la danza “Verde luz” se consolidó como una de las máximas aportaciones del movimiento de la nueva canción al pentagrama popular de Borinquen. Con decenas de versiones entre las que se encuentran la de la argentina Ginamaría Hidalgo, esta composición de El Topo se considera junto al “Lamento borincano” y “En mi Viejo San Juan” uno de los himnos nacionales de Puerto Rico.

Con más de una veintena de grabaciones, la década de 1990 ha atestiguado el lanzamiento de producciones como “La patria va” y “Un metro de ternura”. En este último, del cual sobresalió el tema “Amante corazón”, contó con la producción y dirección musical del maestro dominicano Manuel Tejada, así como con la supervisión y selección de repertorio de Juan Luis Guerra.

Logró publicar dos libros de poesía: “Un lugar fuera del tiempo”, en el cual a través del verso y la prosa nos lleva al barrio de la Caraima de Moca deleitándonos con experiencias de su infancia. En “Penúltima salida”, predomina una nota de angustia y de deseo de buscar caminos dentro de la ceguedad y confusión en que vivimos.

En un comentario sobre su arte, don Francisco Matos Paoli tuvo a bien señalar: “Siempre imprime altura poética a su producción. Eleva el poema a una cima trascendente. Está lleno de visiones, como Rimbaud. Evita el enlace lógico riguroso. No hay duda que es un heredero del surrealismo, pero también tiene pasaje de isla. Su capacidad ensoñadora es símbolo de todo poeta verdadero”.

El Topo se ha dedicado hasta el presente a renovar los géneros musicales nacionales de Puerto Rico. Contó con la colaboración de un grupo de jóvenes músicos puertorriqueños que le acompañan en sus actividades, dirigidos por el joven Adeán Cabán. Este grupo criollo incluye el cuatro puertorriqueño, la guitarra, el güiro y otros elementos de percusión que le permiten llevar un sonido fresco y con sabor a pueblo.

Su repertorio contiene diversos géneros criollos caribeños como la décima, la plena, la bomba, el son, el bolero y fusiones con los demás ritmos del Caribe como el reggae, el vallenato, la cumbia y el merengue. Incluye temas de amor, canciones a la tierra, jocosidades y otros de contenido histórico y cultural.

En 2001 a Cabán Vale le dedicaron la sexta edición de la Feria Internacional del Libro celebrada en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan. Del mismo modo su composición, “Las manos del campo” fue utilizada como tema de una campaña de un producto comercial.

En el verano de 2004 El Topo volvió a incursionar en el mundo de las grabaciones con la producción “Inmensamente”.