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Municipios aprovechan el Icon of the Seas

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Por Ana Delma Ramírez
redaccion@esnticiapr.com

 

PONCE – Varios niños entre edades de 7-9 años pusieron en práctica su aprendizaje empresarial vendiendo limonadas a los turistas del crucero Icon of The Seas, en su segundo viaje con escala en Ponce y por ende la región sur.

Los niños quienes disfrutan del campamento de la academia de artes marciales Maahes, obtienen destrezas empresariales. En esta oportunidad desde horas tempranas de la mañana del miércoles estaban listos esperando sus clientes, expreso Jezabel Rodríguez, adulta que los acompañaba.

La segunda escala con turistas del Icon of The Seas a la Ciudad Señorial fue catalogada como más organizada que la anterior, aumento de ofrecimientos culinarios, artesanías y actividades culturales. Hubo presentación del baile de danza, música del género de salsa y una tarima denominada Ponce Cultural.

Miles de turistas, de un total de 10,000 que viajaban en el crucero, optaron por visitar el centro urbano de Ponce. Otros llegaron hasta pueblos tan distantes como Arecibo, en el norte del país, Guánica, Coamo, Guayanilla y Yauco, entre otros.

La llegada de turistas al centro urbano fue en autobuses. El punto de llegada fue el Teatro La Perla. De ese punto se desplazaron por diferentes calles, museos, plaza Las Delicias, casino, la Catedral, restaurantes, kioscos y comercios.

Los bacalaítos emergieron como el plato estrella. Igual las empanadillas. Varias personas expresaron que los precios eran muy altos. El costo de una limonada era de $10. La venta de las frituras fue en el Callejón Amor, el Paseo Atocha y muchos otros lugares, incluyendo la Plaza de Mercado.

Es Noticia dialogó con personas locales quienes se dieron cita, para ver el ambiente plagado de turistas. Juan Carlos Díaz, residente de la Égida Darlington, dijo que madrugó para estar ahí.

“Vine a ver a disfrutar, es algo distinto”, expresó.

Una empleada de la tienda Utopía manifestó que contrataron personal y modificaron su horario habitual para estar listos desde tempranas horas del día.

“La primera visita del barco (con turistas) nos dejó buen negocio. Sobrepasamos la expectativa. Pero en esta segunda, hay más negocios y algunos en los predios de la plaza frente a nosotros”, expresó Lisjanet Ortiz sobre lo que pudiera considerarse competencia.

Otro negocio beneficiado lo fue Seabella, tanto en la primera visita en febrero como en esta del verano. “Compraron perfumes, carteras de piel, esmaltes y protectores solares”, mencionó la empleada Damaris Rivera.

Turistas de Turquía, Ecuador, México, Cuba, varias ciudades de Estados Unidos, Camboya, Canadá, Italia, Nigeria, y otras partes de Europa y Asia, eran parte de los que por primera vez pisaban a Ponce. Elogiaron la calidez de los ponceños, la cultura y el afecto comunitario.

En cuanto a las artesanías, la muestra fue variada, incluyendo la realización de tatuajes., venta de productos y recordatorios.

Daniel Maldonado y su familia, de 15 personas, dijeron que viajaron desde Miami. Él es cubano y estuvo impresionado por el Parque de Bombas, así como los emblemáticos edificios históricos.

Mony, quien obvió dar su apellido, es un camboyano residente en Sarasota que en su visita mostró mucho interés en ver museos.

María del Carmen Jerez, también cubana, estuvo interesada en arte, artesanías y ofrecimiento culinario.

De Alberta, Canadá, una familia quedó impresionada con el recibimiento, la música y la organización.

Jim López, ecuatoriano que viajaba en compañía de Marianne, una italiana que buscaban lugares que vendieran sancocho, optaron por comer sopa de jamón y salchichón.

Evelyn, de Nigeria, quien trabaja en un banco, visitó la Catedral de Ponce. “Me ha gustado todo lo que he visto en esta Ciudad”, comentó.

De Nuevo México, Amy Derawford, comparó el clima con ese estado y se expresó satisfecha con la bienvenida.

En cuanto a personas residentes en Puerto Rico que visitaron Ponce para la ocasión, había personas de San Juan, Bayamón, Juana Díaz, Coamo, Santa Isabel y Salinas.

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