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Optimismo en que zona libre de comercio atraiga clientes

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Por Sandra Caquías Cruz

Fotos y vídeo: Tony Zayas

redaccion@esnoticiapr.com

 

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PONCE – Las gestiones para que dos importantes clientes se establezcan o utilicen el Puerto de las Américas Rafael Cordero Santiago en su cadena de operación comenzó a cobrar forma, informó Johnny Fernández, director de la Zona Libre de Comercio 163, mejor conocida como Codezol.

Una de esas empresas utilizaría el puerto para la llegada de autos. La otra empresa, dedicada a la manufactura, puso la mira en la llamada finca Percon, donde estaría ubicando operaciones y convirtiéndose en posible cliente de Codezol y de esa forma convertirse en una empresa que opera bajo una zona libre comercio.

Los nombres de ambas empresas no serían revelados hasta que ellas determinen hacerlo público, informó Fernández, quien recién celebró los 30 años de que Ponce recibiera los permisos para tener una zona libre de comercio adicional a las dos que opera el gobierno estatal.

“Hay conversaciones con una empresa que se va a establecer ahí (Finca Percon) y que va a ser un cliente importante porque sería la primera empresa que se benefició de los servicios y eso ayudaría a que se llenen las 160 cuerdas que tiene ese terreno”, indicó sobre la manufacturera.

Aseguró que también hay “conversaciones serias con una empresa que quiere utilizar el Puerto de Ponce para traer carros… eso le traería un movimiento de carga al Puerto”.

Insistió en la necesidad de que se desarrolle el Puerto de Ponce. Percon sería, según explicó, un parque industrial con una zona de valor añadido, donde cifran esperanzadas de crear miles de empleos.

No obstante, Puerto Rico no es el único país en el Caribe que ha visto las zonas libres de impuesto como un aliado en el desarrollo económico. La República Dominicana tiene conversaciones con China para ampliar esos mercados y entre sus ventajas mercadean el que la posición estratégica en el Caribe los acerca al mercado de América.

Precisamente, ese fue uno de los fuertes que se vislumbraron cuando se construyó el Puerto de las Américas y se habló de desarrollarlo como un puerto de trasbordo con una zona libre de comercio que generara empleos y desarrollo económico, de eso hace más de dos décadas.

Mientras, la zona libre de comercio de Ponce ofrece diversas ventajas competitivas a sus clientes y la primera de ellas es que no pagan al Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales (CRIM) el impuesto por tener la mercancía en suelo puertorriqueño. En la cadena de distribución, el impuesto lo pagan cuando la mercancía sale de la zona libre.

Eso representa que mientras un auto esté en la zona libre está exento del pago de arbitrios hasta tanto lo venden o se lo lleve el concesionario, quien transfiere ese impuesto al cliente. Si el auto está un año sin venderse, es un tiempo que no paga impuestos, solo por almacenaje en Codezol, cuya cantidad es muchísimo menos, explicó Fernández.

La logística actual de las empresas automotrices es que el carro llega al Puerto de San Juan y la empresa, como ejemplo la FORD, lo lleva a la zona libre de Ponce donde es almacenado hasta que el ‘dealer’ lo recoge para venderlo. Es en ese momento en que paga las contribuciones. Mientras, se economiza los impuestos que debe pagar al gobierno por cada mes que lo tenga en el ‘dealer’ y no lo venda.

“Los ahorros contributivos con los que se beneficiaron los clientes el pasado año superan los $70 millones y entre éstos se destacan los “dealers” de autos, cuyos ahorros rondan los $40 millones”, resaltó el director de Codezol.

El tenerlo en la zona ofrece al cliente una economía que en los pasados años representó sobre $700 millones al año, explicó Fernández, quien destacó que esa economía se suma a los empleos que generan esas compañías, lo que tiene un efecto colateral porque ese ahorro viabiliza la operación de ese negocio.

Las compañías que son clientes de Codezol, las cuales superan la veintena, mantiene sobre 900 empleos, indicó. Eso incluye los que hay en las 18 subzonas que disfrutan las mismas exenciones contributivas.

Fernández explicó que mientras la mercancía se encuentra en la zona libre de comercio “contributivamente hablando, esa mercancía no ha llegado a Puerto Rico, y por ende, no tiene que pagar. Cuando se sacan y se la venden, es ese cliente el que paga el CRIM”.

“En ningún momento vas a estar sancionado (como cliente de la zona) para pagar ese inventario”, indicó.

Por su parte, Samuel Torres Acosta, presidente de la Junta de Directores de Codezol, destacó la importancia de impulsar el llamado megapuerto. “En el Puerto de Ponce ya se han invertido más de $250 millones en su rehabilitación y expansión. Su desarrollo y activación como un segundo puerto de importación y exportación de carga es muy importante para Puerto Rico desde el punto de vista logístico”, indicó Torres Acosta.

Los beneficios de la zona libre para sus clientes incluyen: posposición de los arbitrios de entrada que aduana impone a toda mercancía extranjera; 100 % de exención en impuestos municipales y estatales en mercancía a ser exportada desde la zona libre; exención de 100% en patente municipal de las ventas por exportación; exención de 100% en impuesto de inventario; exención del 60% del CRIM a mejoras en la instalación de su zona.

Johnny Fernández: «Los ahorros contributivos con los que se beneficiaron los clientes el pasado año superan los $70 millones y entre éstos se destacan los “dealers” de autos, cuyos ahorros rondan los $40 millones”.

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