Por Redacción Es Noticia
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Voluntarios y personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) han sido activados para enfrentar una preocupante situación que afecta a la población de tortugas marinas en una playa de Santa Isabel. En las últimas semanas, dos perros realengos han causado la muerte de, al menos, cinco tortugas, tres de ellas confirmadas y dos bajo sospecha, tras ser abandonados en la zona costera.
El ataque más reciente se convirtió en la quinta muerte de una tortuga marina, lo que ha generado una reacción urgente del DRNA. La organización Tortugueros del Sur ha lamentado que las autoridades no tomaran acción desde que se denunciaron los primeros ataques, criticando que se esperara a que muriera otra tortuga para activar los protocolos de respuesta.
Según el DRNA, los ataques de perros realengos son una amenaza constante en la costa sur de Puerto Rico, donde anidan varias especies de tortugas marinas, muchas de ellas en peligro de extinción. Cada tortuga puede desovar hasta en 500 nidos a lo largo de 25 años, por lo que la pérdida de un solo ejemplar representa un golpe significativo para la recuperación de la población de estas especies.
El personal del DRNA ha comenzado a buscar a los perros responsables, utilizando comida y jaulas especiales para capturarlos. Se espera que, una vez atrapados, los animales sean llevados a un albergue, ya que también representan un peligro para los residentes de la zona y sus mascotas.
Además de la amenaza de los perros, las tortugas marinas enfrentan otros problemas como la excesiva iluminación en áreas costeras. Las tortugas recién nacidas, al confundir las luces artificiales con el brillo del mar, suelen dirigirse hacia las carreteras donde muchas mueren atropelladas.
La situación resalta la urgente necesidad de proteger a estas especies en peligro de extinción y controlar el problema de los animales abandonados en zonas costeras.