Por Redacción Es Noticia
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El Departamento de Salud recién enumeró unas recomendaciones debido a la presencia de una densa capa de Polvo del Sahara que pudiera afectar a los ciudadanos sensibles a enfermedades respiratorias y otras alergias.
Mientras, los meteorólogos anticipan que las condiciones secas y estables continuarán hasta el martes debido a una alta presión en niveles medios y a la presencia del Polvo del Sahara, a lo que sumó las altas temperaturas.
Los asmáticos, las personas con alergias y otros problemas respiratorios deben ser muy precavidos para no agravar sus condiciones de salud.
El polvo del Sahara, proveniente del occidente de África, se caracteriza por traer una masa de aire caliente, con muy poca humedad que, a su vez, contiene materiales biológicos y químicos que son potencialmente dañinos a la salud respiratoria. Este fenómeno, de recurrencia anual en la isla, es considerado un provocador ambiental de los síntomas de la enfermedad del asma.
El asma es una enfermedad crónica, o de larga duración, que no tiene cura, pero sí se puede controlar. Esta condición se caracteriza por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, produciendo mayor mucosidad, lo que bloquea el paso del aire.
Las personas asmáticas, al tener sus vías respiratorias inflamadas, son más propensas a verse afectadas ante eventos ambientales como el Polvo del Sahara y el aumento de esporas de hongos y polen en el verano.
Según el Informe del Sistema de Vigilancia del Asma de Puerto Rico 2015-2019, el más recién publicado poor el Departamento de Salud, en 2018, aproximadamente 1 de cada 7 niños y 1 de cada 9 adultos que vivían en Puerto Rico tenían asma.
Los datos reflejan que uno de cada 10 niños y uno de cada nueve adultos en Puerto Rico padece de asma.
Entre las medidas de protección, el Departamento de Salud recomienda mantenerse hidratado y permanecer en el hogar, en la medida que sea posible, para no exponerse al particulado; evitar las actividades al aire libre por espacio prolongado y utilizar una mascarilla al salir a lugares públicos.
El polvo del Sahara contiene hongos, bacterias, virus, esporas, ácaros, pesticidas y otros componentes químicos nocivos que afectan grandemente a las personas que padecen de asma, alergias y otras enfermedades respiratorias.