Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – Una tubería subterránea enorme, por cuyo interior puede caminar una persona de 5 pies y 6 pulgadas sin necesidad de agacharse, se rompió en el interior de un monte -campo traviesa- y no era perceptible a simple vista.
No era una tubería cualquiera. Era la tubería de 66 pulgadas que conecta la represa Toa Vaca a las tres plantas de filtracción -Ponce Nueva, Ponce Vieja y Coto Laurel- para que los ponceños reciban el servicio de agua potable.
La tubería suple 22 millones de galones diarios (mgd) a las tres plantas de filtración de Ponce. Los clientes de Ponce que no se suplen de esas plantas están en una red de pozos o acueductos comunales, pero son una cantidad limitada de clientes y en determinados sectores.
La rotura de la tubería de 66 pulgadas provocó que la planta de filtración que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) tiene en Coto Laurel dejara de recibir agua y los empleados tuvieran que salir a identificar dónde se perdía el agua que no les llegaba, explicó el director de la Región Sur de la AAA, ingeniero Bruce León.
Mientras, otra brigada de empleados de la AAA trabajaba, junto a una compañía contratada, en la reparación de otra tubería que se rompió en el sector Las Delicias y que tenía sin servicios a miles de clientes en el centro urbano, así como hospitales y comercios. Esas labores de reparación demoraron dos días y medio.
Todo eso comenzó a mediados de la semana pasada. La situación en Las Delicias, con una tubería de 36 pulgadas, fue corregida, pero no podían suplir la planta con agua del lago Toa Vaca porque la tubería se había roto.
La AAA tuvo que conectar la llamada Planta Nueva y Planta Vieja al lago Cerrillo, un embalse del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), y así no dejar sin agua a todos los ponceños.
Empero, la planta de Coto Laurel, de la que suplen unos 4,850 clientes, seguía fuera de operaciones. Mientras, la empresa contratada realizaba las labores de reparar la tubería, soldar y revertir el área con hormigón para la protección del lugar.
En la madrugada del domingo finalizaron las labores de reparar la tubería de 66 pulgadas, lo que requirió alinear correctamente los tubos para que terminara exitoso el ensamblado, explicó el funcionario.
Al finalizar esos trabajos, las labores comenzaron a centrarse en llevar agua a las plantas de filtración.
Las brigadas de la AAA debían velar que el flujo del agua fuera el apropiado. Un flujo mayor, ya fuera por exceso de presión de agua, podría provocar el colapso de alguna otra tubería subterránea.
El ingeniero explicó que fue una labor compleja y requirió mucha coordinación, tanto técnica como en la logística en llevar camiones cisterna a las comunidades o mantener agua en los oasis que habían establecido junto a empleados del municipio de Ponce.
Los clientes de Ponce que se suplen de la planta de Coto Laurel comenzarían a recibir el servicio durante la tarde del domingo y los de comunidades más altas en la noche.
El restablecimiento total debería finalizar la noche del domingo, informó el ingenerio de la AAA.