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Reanudar las clases: “No es algo sencillo”

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Por Miguel Díaz Román

redaccion@esnoticiapr.com

 

El Departamento de Educación contempla un abanico de alternativas para reanudar las clases en los municipios de la zona suroeste que recibieron con mayor intensidad la cadena de sismos que comenzó el pasado 28 de diciembre y que han afectado severamente la expectativa de seguridad de los maestros, de los estudiantes y de sus padres en los planteles escolares.

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La iniciativa pretende garantizar la educación pública para 28,000 estudiantes de la zona suroeste que tomaban sus clases en 87 planteles ubicados en las regiones educativas de Ponce y Mayagüez, las más afectadas por la actividad sísmica. Estas escuelas, que permanecerán cerradas hasta que no sean inspeccionadas profundamente, se encuentran ubicadas en los pueblos de Guánica, Ponce, Yauco, Peñuelas, San Germán y Guayanilla.

Quizás el evento que desató el pánico y la consternación en la comunidad escolar del país y con especial acento en los pueblos del suroeste, fue el desplome de la escuela intermedia Agripina Seda, en Guánica durante el sismo de magnitud 6.4 grados ocurrido en la madrugada del pasado 7 de enero.

Afortunadamente la escuela de tres niveles, que contaba con una matrícula de 434 estudiantes, estaba cerrada al momento del evento telúrico. Pero las ruinas del plantel, que se derrumbó en segundos, permanecen como una tenebrosa amenaza de lo podía ocurrir en otros planteles.

El secretario de Educación, Eligio Hernández, sostuvo que las alternativas que se contemplan para establecer salones de clases temporeros en el suroeste incluyen carpas, salones movibles, vagones y el alquiler de salones en universidades que no hayan sufrido daños durante la emergencia sísmica y luego de una oportuna certificación.

“Todo va a depender de las características de la comunidad escolar de cada escuela. Porque si tengo una comunidad escolar con niños con problemas de movilidad, que por ejemplo usen una silla de ruedas para moverse, no los puedo ubicar en una carpa. Hay una diversidad de factores que se van a tomar en consideración para determinar qué alternativa vamos a usar en cada comunidad escolar. Estas decisiones se van a tomar de manera consensuada con los alcaldes porque ellos conocen mejor sus comunidades”, dijo.

 

Se necesita mucho más que un salón

La meta de reanudar el semestre escolar en el suroeste representa una movilización extraordinaria de recursos económicos y humanos para establecer los planteles temporeros, porque no se trata solo de levantar un salón de clases, también se deberán establecer comedores escolares, instalaciones administrativas, baños y toda una infraestructura eléctrica, de agua potable, de internet, de gas y áreas para la disposición de basura y pozos sépticos para el descargue de desperdicios biológicos. Además, se requieren instalaciones de almacenaje.

Otro factor importante es la distancia existente desde el lugar de residencia de los estudiantes hasta la escuela temporera, porque define los recursos de transportación que serán necesarios.

El secretario explicó que las alternativas para continuar con el semestre escolar se deben realizar según lo dispone el protocolo de desastre mayor de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), cuyos fondos de emergencia serán la fuente financiera primordial de Educación.

Tras el temblor del 7 de enero la administración de la gobernadora Wanda Vázquez Garced determinó establecer un programa de inspección de escuelas en toda la isla con excepción de 87 planteles ubicados en las regiones educativas de Ponce y Mayagüez.

La pasada semana Melitza López Pimentel, directora ejecutiva de la Autoridad de Edificios Públicos, que tiene bajo su jurisdicción 425 escuelas, reveló que se han identificado tres escuelas en Mayagüez y dos en Ponce que no están aptas para abrir. Además, existen 11 escuelas en Mayagüez parcialmente afectadas y 15 en Ponce, lo que implica que esos planteles serán inspeccionados nuevamente para determinar el alcance de las reparaciones que necesitan.

 

Alquilarían salones en universidades

Hernández reveló que una de las alternativas que se contempla para la región de Ponce, donde existen 40 escuelas cerradas, es alquilar salones en los recintos de las cuatro universidades ubicadas en la ciudad. Estas son la Universidad de Puerto Rico, la Universidad Católica, la Universidad del Caribe y National University.

“Una alternativa es alquilar los salones martes y jueves y en esos días ofrecer las clases a distintas escuelas en calendarios por la mañana y otros por la tarde. Esa es una alternativa que estamos explorando y que discutiré con la alcaldesa”, dijo Hernández.

El secretario agregó que la alternativa del alquiler de salones en Ponce no excluye el uso de las otras alternativas mencionadas, especialmente para las zonas rurales.

El secretario advirtió que para proceder con el alquiler los salones, las universidades deberán proveer una certificación sobre el efecto de los sismos en sus estructuras.

El ingeniero Carlos Pesquera, quien dirige el Comité Interagencial de Inspección de Escuelas, que tiene a cargo inspeccionar todas las escuelas del país, sostuvo que favorece el alquiler de salones, pero indicó que los ingenieros estructurales bajo su mando no evaluarán los recintos universitarios.

“Yo prefiero que las instituciones universitarias contraten sus ingenieros para realizar las inspecciones”, dijo Pesquera.

 

Carpas a corto plazo

Un elemento de vital importancia es que para reanudar cuanto antes el semestre escolar en la zona suroeste, algunas comunidades escolares podrían ubicarse en carpas como una medida a corto plazo, mientras los funcionarios de Educación identifican terrenos más adecuados para establecer un plantel temporero que podría levantarse utilizando salones movibles o vagones.

El funcionario dijo que el protocolo de FEMA ordena que, para acceder a los fondos de instalaciones temporeras, fondos ‘B’, las estructuras deben estar distantes de zonas de tsunami, de zonas inundables y con acceso fácil a vías de transporte y a la infraestructura de agua, luz e internet.

Hernández dijo que también se exigen determinadas características de suelo, las cuales requieren análisis realizados por peritos. Indicó que las instalaciones temporeras estarían en operación a mediano plazo, un periodo de tiempo que no definió pero que debe permitir que Educación identifique una solución a largo plazo, que se refiere a la construcción de nuevas escuelas o a la rehabilitación de escuelas existentes.

“Los fondos ‘E’ de FEMA son los que permiten obras permanentes. Para eso ya he hablado con Eduardo Rivera, director de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura, quien estará trabajando con nosotros ese aspecto de obras permanentes”, dijo el secretario.

 

Construcción de escuelas

La determinación de construir nuevos planteles dependerá de las inspecciones de las escuelas que estaban activas y de la inspección del inventario de escuelas cerradas por la reducción de estudiantes que ha experimentado el país tras el huracán María y por una notable merma de la tasa de natalidad.

Hernández también indicó que tanto los salones alquilados como las escuelas temporeras deberán poseer espacio para los laboratorios de computadoras donde los estudiantes podrán recibir cursos por internet, que es una pieza fundamental para reanudar el semestre escolar.

 

Sin fecha el inicio de semestre

Ni Hernández ni la gobernadora Wanda Vázquez Garced han ofrecido una fecha concreta para iniciar las clases en el suroeste.

“Esa fecha no la puede dar absolutamente nadie porque, primero, tenemos que ir trabajando con las necesidades básicas de los estudiantes del sur”, dijo la gobernadora.

“Quizás algún momento alguien haya podido pensar que esto es una situación que se resuelve poniendo unas carpas. No es tan sencillo. ¿Por qué no es tan sencillo? Porque usted tiene que ver dónde viven estos estudiantes para proveerle transportación. Hay que coordinar de igual manera los alimentos. Tendríamos que montar un comedor escolar para proveer los alimentos. Tenemos que tener disponible para todos esos estudiantes, baños. Luego, cuando salgan esos niños ¿a dónde vamos a llevarlos? Así que no es algo sencillo”, añadió Vázquez Garced.