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Región de Ponce concentra el mayor número de casos de COVID-19 e influenza

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Por Marga Parés Arroyo
redaccion@esnoticiapr.com

 

Puerto Rico entero enfrenta un repunte sostenido de contagios de COVID-19 e influenza, con alta transmisión comunitaria reportada a nivel nacional, 29.70% al 9 de agosto. Pero el impacto más fuerte es sobre la Región de Ponce.

Según las estadísticas más recientes, para la semana del 3 al 9 de agosto, prácticamente todo el mapa epidemiológico de COVID-19 se encontraba pintado de rojo, lo que reflejaba transmisión comunitaria alta en 74 municipios. De cuatro niveles de transmisión (bajo, moderado, sustancial y alto), en otros tres pueblos (Lajas, Naguabo y Vieques) se identificaba transmisión sustancial y solo uno (Ceiba) presentaba nivel moderado.

Aunque en este último resumen ejecutivo de la situación de COVID-19 en Puerto Rico la tasa de positividad de pruebas moleculares para esa semana fue liderada por la región de Mayagüez, con 42.03%, le sigue de cerca la región de Ponce, con 38.14%. Pero en los casos reportados (confirmados y probables, incluyendo reinfecciones), la región de Ponce tiene la tasa mayor, con 212 casos por cada 100,000 habitantes.

Otro instrumento de medición utilizado por el Sistema de Vigilancia de Salud, las aguas residuales en Puerto Rico, reflejan un “nivel muy alto” de la actividad de SARS-CoV-2 a nivel isla.

“Desde hace cinco a seis semanas tenemos transmisión comunitaria alta (de COVID-19) y la región de Ponce tiene la tasa más alta”, confirmó Miriam Ramos Colón, principal oficial de Epidemiología del Departamento de Salud.

En ese último informe se detalla que el grupo de edad con más cantidad de casos reportados fue el de 50 a 59 años, mientras el sector con menos casos reportados fue el de 10 a 19 años. Esa semana se reportaron, además, cuatro muertes asociadas a COVID-19, dos en la región de Arecibo y las otras dos en la región de Bayamón.

Este aumento de casos de COVID-19, comentó Ramos Colón, también se ha reflejado en Estados Unidos. Allá, sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) desactivaron el monitoreo continuo, mientras en Puerto Rico continúa la vigilancia.

Las poblaciones más vulnerables, sostuvo, siguen siendo los adultos mayores y los pacientes de enfermedades crónicas por el alto riesgo de complicaciones y mortalidad.

El aumento de casos, comentó, era esperado para la época de verano debido a las aglomeraciones propias de actividades sociales. Otras épocas donde se anticipan otros posibles picos son las épocas de Acción de Gracias y Navidad.

Alza de influenza también

Desde que comenzó la temporada de influenza, el pasado 29 de junio, se han reportado 4,411 casos a nivel de todo Puerto Rico. Aunque en la última semana epidemiológica en los datos de Salud (3 al 9 de agosto) la región de Fajardo tuvo la tasa más alta, la región de Ponce es la que tiene la tasa de incidencia mayor de esta temporada 2025-26, con 944 casos (152 registrados en esa última semana).

En esos siete días del último reporte de Salud, dos de los tres municipios con la tasa más alta del virus fueron en la región sur –Guayanilla y Adjuntas- siendo el tercero Loíza. Mientras, de las 18 muertes reportadas esta temporada, tres son de la región de Ponce.

Según la distribución de casos por edad, el golpe mayor es sobre los menores de cero a nueve años. Pero entre las 18 muertes asociadas a influenza registradas en lo que va de temporada, diez han sido en personas de 80 años o más, mientras las otras ocho fueron en personas de 60 a 79 años. Ninguna de estas 18 muertes tenía registro de haberse vacunado contra este virus.

Como el reporte de casos indica que los contagios de infuenza están “por encima del umbral de aviso y por encima del umbral epidémico”, se le informó al personal hospitalario y de centros de tratamiento que consideren ordenarles la prueba viral a personas con síntomas sospechosos del virus, informó Ramos Colón.

Según explicó la epidemióloga, para que se declare una epidemia de influenza deben reportarse al menos seis semanas consecutivas sobre el umbral epidémico y ya se han registrado dos. Otros factores, comentó, también son considerados por las autoridades salubristas antes de la declaración de epidemia.

“A mayor número de casos, más probabilidad de complicaciones que requieran hospitalización”, dijo, aunque resaltó que en la última semana epidemiológica registrada (3-9 de agosto), el 9.2% de los casos requirió tratamiento hospitalario, lo que catalogó como dentro del rango normal de hospitalizaciones.

No obstante, la epidemióloga enfatizó que preocupa la composición poblacional del país, con un alto número de adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Durante esta temporada de influenza se han reportado 408 hospitalizaciones relacionadas a este virus.

Ramos Colón destacó que el virus de la influenza se ha mantenido entre las primera diez causas de muerte en Puerto Rico por más de una década. En las muertes asociadas a este virus, explicó, la influenza es una de las causas que contribuyó al deceso de esa persona.

“El mensaje debe ser que todos estamos a riesgo (de contagio) y que las medidas son cruciales para poder cortar la cadena de transmisión y evitar que personas más susceptibles (a complicarse) se puedan contagiar”, resaltó.

Preocupan los adultos mayores

Pero los adultos mayores siguen siendo el grupo más vulnerable a desarrollar complicaciones asociadas a estos virus, coinciden expertos en esta población.

La doctora Jenny Ciriaco, portavoz de la región sur de la Asociación de Dueños de Centros de Cuidado de Larga Duración, reconoció que en el mes de julio hubo un pico de casos de COVID-19 en este sector poblacional.

“La mayoría de los brotes han sido en familiares. Hay residentes (de centros de cuido de adultos mayores) que salen de la facilidad con sus familiares (y regresan contagiados) porque cuando los sacan no tenemos control (para protegerlos del virus)”, dijo.

En la institución que dirige, el Hogar Oasis de Bendición y Amor, ubicado en el municipio de Santa Isabel, se reportaron dos casos de COVID-19 en julio.

“Los casos de adultos mayores con influenza y COVID han sido en los no vacunados, personas que se resisten a vacunarse”, sostuvo la doctora Ciriaco.

Según informó, el Departamento de Salud no ha cambiado el protocolo establecido en instituciones de cuidado de larga duración de adultos mayores para la prevención y control de estos virus. Mientras, cada facilidad tiene un protocolo interno.

A raíz de los casos, señaló, en la facilidad que dirige y otras de la región sur han adoptado un horario escalonado de visitas para evitar aglomeraciones. Además, se facilita y recomienda el uso de mascarillas durante las visitas.

“Hemos orientado a los familiares y les pedimos que, si tienen algún síntoma (sospechoso de alguno de estos virus), permanezcan en sus casas”, indicó Ciriaco.

Por las medidas adoptadas, dijo, es que solo se ha reportado un brote de COVID-19 entre los 140 hogares de adultos mayores de la región sur en los últimos dos meses.

“Pero no podemos bajar la guardia”, reiteró al informar que, además de pedirle a los visitantes el lavado de manos antes de compartir con sus familiares, se hacen pruebas seriadas entre los residentes para detectar casos.

Según Ciriaco, la población de adultos mayores que más a riesgo de contagio está es la que no está institucionalizada o la que reside en sus casas o con familiares ya que la alta transmisión comunitaria aumenta el riesgo de infección.

Anticipan brotes en escuelas

Las autoridades anticipan posibles brotes de ambos virus en escuelas y universidades tan pronto como la próxima semana, tras el inicio del semestre académico.

“Es importante la vigilancia ahora que comienza el año escolar”, comentó Ramos Colón, quien advirtió que, aunque el período de incubación de estos virus puede tardar hasta dos semanas, en algunos casos podría ser menor, de hasta tres o cuatro días tras el contagio.
Como paso inicial, la epidemióloga informó que el Departamento de Salud se encuentra coordinando con el Departamento de Educación talleres dirigidos al personal de enfermería escolar que los ayuden a repasar las guías de prevención y el manejo de enfermedades respiratorias.

A poco más de una semana del inicio escolar, el pasado 13 de agosto, entre las 138 escuelas públicas activas de la región de Ponce se han reportado cuatro casos de COVID-19 y tres de influenza, informó Elizabeth Figueroa, coordinadora del Programa Escolar de esta zona.

“No se han reportado casos que ameriten aislamientos o brotes. Son casos aislados”, dijo al informar que el personal de enfermería escolar está en el proceso de educar y orientar a las comunidades escolares sobre las medidas de prevención y manejo de ambos virus.

Vigilancia médica sobre ambos virus

Médicos de la región sur del país informan que están circulando casos simultáneos de COVID-19, influenza y Mycoplasma pneumoniae, lo que ha provocado un aumento de hospitalizaciones asociadas, en su mayoría entre personas de 85 años o más.

“El aumento de casos de influenza y COVID nos ha tomado por sorpresa. Ya estábamos preocupados por el polvo del Sahara”, dijo el doctor Héctor Puig, director médico del Hospital Metropolitano Dr. Pila, en Ponce.

Centros comerciales, funerales, centros de cuido de envejecientes y actividades sociales han propiciado el aumento, indicó el neumólogo. Esto ha generado contagios simultáneos de varios virus, como COVID e influenza, COVID y mycoplasma y COVID, influenza y mycoplasma.

“Estamos preocupados porque esto afecta las condiciones cardiovasculares, la alta presión, la diabetes, el asma, entre otras enfermedades (preexistentes en el paciente)”, dijo el advertir que el aumento en COVID-19 ha sido de aproximadamente un 25%.

La combinación del calor y la bruma en la región sur, sostuvo, pudiera explicar el alza de casos en esta zona.

“La gente tiene que volver a usar mascarillas en sitios concurridos y ahora en agosto volver a vacunarse contra la influenza”, manifestó.

El doctor Dev Boodoosingh Casiano, neumólogo intensivista y director asociado de la residencia de Medicina Interna del Centro Médico Episcopal San Lucas, coincidió en el “inusual aumento de casos de influenza en verano” ya que el alza esperada de este virus suele ocurrir meses más tarde. El pico mayor, sostuvo, ha sido en las últimas tres semanas.

“Sé que está ocurriendo algo cuando empiezan a llamar a la oficina a cancelar (citas) y a pedir órdenes virales. También cuando aumentan las consultas en el hospital (por sospecha de estos virus), incluyendo de intensivo”, dijo.

El también director clínico de la Unidad de Intensivo de San Lucas coincidió en que lo más que preocupan son los adultos mayores, mientras anticipó un mayor aumento de casos con el regreso a clases. Por lo pronto, informó que, a mediados de esta semana, en este hospital de Ponce sus tres cuartos de aislamiento estaban ocupados con casos de personas contagiadas con COVID-19 e influenza.

“Uno estuvo intubado y lo pudimos sacar (del ventilador mecánico)”, sostuvo. El galeno urgió a la población general a la vacunación y al uso de mascarillas.

Sobre el alza de casos en la región de Ponce, comentó que, a su juicio, podría deberse a que esta zona se ha distinguido por practicar un cernimiento efectivo. También, opinó, podría estar relacionado a la visita de cruceros a la zona, así como a la reciente temporada del Baloncesto Superior Nacional (BSN), en la cual el equipo de los Leones de Ponce resultó subcampeón.

Por su parte, el doctor Miguel Magraner Suárez, director médico del Hospital Damas, en Ponce, coincidió en el aumento de casos de COVID-19 e influenza en las últimas dos semanas, pero más a nivel ambulatorio. El pasado fin de semana, comentó, se admitieron cinco pacientes por estos diagnósticos, aunque la mortalidad asociada se ha mantenido en cero.

“Los que se han admitido vienen por (visitas a la) sala de emergencia. Ninguno ha sido intubado y todos están estables”, dijo al resaltar que la mayoría de estos casos han sido de adultos mayores.

Por lo general, sostuvo, estos pacientes se mantienen hospitalizados hasta que arrojen negativo al virus. El médico internista y también profesor de la Ponce Health Sciences University coincidió en que la temporada del BSN pudo haber sido un detonante de casos, así como los conciertos de Bad Bunny.

Urgen a la prevención

Para la epidemióloga Ramos Colón, es importante que la población no olvide practicar las medidas de prevención contra ambos virus para ayudar a bajar la cadena de transmisión.

“Las personas son (usualmente) bastante diligentes, pero se ha notado cierta dejadez en la práctica de medidas para evitar contagios”, lamentó al resaltar que estas enfermedades respiratorias seguirán reportándose en la isla todos los años.

Practicar la etiqueta de tos o cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar para evitar la propagación de gérmenes, así como el lavado de manos, fueron algunas de sus recomendaciones, además de la vacunación.

También urgió al aislamiento de personas contagiadas mientras manifiesten síntomas y a realizarse las pruebas diagnósticas si presentan síntomas sospechosos.

Sobre las mascarillas, comentó que ayudan a reducir el riesgo de propagación de estos virus, pero que por lo pronto no es algo que la agencia requiera de forma obligatoria. Advirtió que su uso debe evaluarse acorde a la capacidad respiratoria del paciente ya que si presenta problemas respiratorios lo ideal es que guarde aislamiento.

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