Por Floridalia Cortés Arroyo
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FLORIDA – David Torres pensó que los abusos sexuales de los cuales fue víctima habían llegado a su fin. Contar su experiencia al pastor de jóvenes de la iglesia a la cual pertenecía fue liberador. Lo que el joven desconocía era que el pastor sería su próximo violador y que su calvario estaba lejos de terminar.
David fue abusado por una de sus hermanas cuando apenas era un niño y fue introducido a la pornografía por dos vecinos, uno de los cuales posteriormente se convirtió en su abusador.
Una y otra vez, aun siendo un niño, pensaba en el suicidio como única alternativa. El encierro y la depresión se convirtieron en la orden del día.
“Toda mi vida de joven pensé en quitarme la vida. Siempre pensé en la muerte como mi única salida”, relató el ponceño y recordó con tristeza que muchas veces, aún siendo un niño, pensaba en montar su bicicleta cuesta abajo y a toda velocidad hasta llegar a la intersección para ser atropellado.
La adolescencia de David vino cargada de rebeldía y trató de mantenerse al margen de la vida personal de los demás para mostrarse aislado y distante.
Pero una invitación de parte de su hermano para que asistiera a la iglesia en la cual se congregaba, le dio un nuevo respiro.
“Me presentaron al pastor de jóvenes. Me impresionaron los jóvenes y pensé que era un nuevo comienzo en mi vida. Recuerdo que el pastor de jóvenes me visitó en mi casa, conoció a toda mi familia y con el tiempo mi familia lo aceptó como parte de nuestra familia. Se convirtió en un amigo, un mentor”, contó David, quien con mucho orgullo acompañaba a su pastor a diferentes eventos y predicaciones.
El pastor enseñó a David a conducir, le ayudó a conseguir su primer empleo y hasta lo enseñó a hacer nudos de corbatas.
El joven por fin había encontrado a alguien con quien desahogarse y a quien contar el trauma que lo había mantenido sumergido en la culpa y la vergüenza.
“Con el corazón apesadumbrado le revelé mis secretos más oscuros al predicador quien parecía una figura admirable y un amigo cercano. Hasta que un día todo se derrumbó cuando me di cuenta de que este hombre no podía estar más lejos de lo que parecía”, explicó el ahora residente del estado de la Florida.
Poco tiempo pasó para que David fuera abusado sexualmente por su pastor una y otra vez.
“Fueron años de dolor y sufrimiento. Me mantuve callado. Decidí hacer mi vida, me casé, tuve hijos, pero por muchos años traté de proteger mi secreto porque pensé que nadie me podía creer ni me podía ayudar”, contó.
Pero una llamada confrontadora lo cambió todo. El pastor de jóvenes de la iglesia de Ponce, donde David se congregaba, había sido acusado de abuso sexual por varios jóvenes.
“Mi actual pastor conocía de mi cercanía con aquel pastor y decidió preguntarme. Era algo que no podía esconder más. No tuve otra opción que contarle la verdad. Creo que fue el peor día de mi vida, pero hoy sé que fue el día en que comenzó mi verdadera sanación”, explicó David.
Con la ayuda de su pastor y la mentoría de Robert Marshall Jr, una reconocida voz en pro de los hombres sobrevivientes de trauma sexual, David se sumergió en un proceso de sanación consigo, con su familia y con Dios.
Hoy día David Torres funge como pastor asociado en la Iglesia El Encuentro en New Port Richey, Florida y es el autor del libro Vivir.
“Escribir y contar mi historia ha sido la parte más importante de mi proceso de sanación. Cada palabra, cada recuerdo, cada relato me hacía llorar. Hoy puedo decir que, aunque el proceso de sanidad es constante, haber contado mi verdad ha sido liberador”, indicó el escritor.
David ofrece conferencias de sexualidad a grupos de jóvenes e iglesias y reconoce que es abrumador aceptar la cantidad de personas que se acercan porque han pasado por experiencias similares.
“Como padres, somos responsables de nuestros hijos. Tenemos que comenzar por hablar de sexo, es responsabilidad de los padres tratar el tema de la sexualidad. Hay que abrir canales de comunicación con nuestros hijos y estar alertas a cualquier señal”, indicó David.
A solo días de su publicación, el Libro Vivir de David M. Torres se convirtió en un Best seller en Amazon.
“Hoy trato de reparar todo lo que dañé en mis hijos, especialmente en mi hijo varón. En mi intento por hacerlo fuerte para que no pasara lo mismo que yo, fui rudo, fui hiriente y maltratante. En medio de mi proceso, trato de recuperar mi tiempo y mi relación con él. Doy gracias a mi esposa y a mis hijos por siempre estar ahí para mí. Y a todos esos hombres víctimas de un trauma sexual les puedo decir que yo soy el vivo ejemplo de que hay esperanza”, expresó David.