Por Sandra Caquías Cruz
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SALINAS – El sonido de la paleta de madera contra la bola de tenis de mesa, junto al sonido que expresaba con la boca cuando aseguraba el golpe, ayudó a identificar al pequeño Steven Joel Moreno Rivera entre el grupo de adolescentes que entrenaba esa calurosa mañana de verano.
Un enorme salón del Albergue Olímpico, en Salinas, con sobre una decena de mesas de tenis de mesa, es el lugar donde los mejores representantes juveniles de este deporte pasan largas y calurosas horas antes de viajar a lucir los colores de Puerto Rico en competencias mundiales.
Steven, un niño de 12 años oriundo del barrio Los Llanos, en Coamo, es uno de los que entrena en el lugar. El entrenador nacional juvenil de la Federación Puertorriqueña de Tenis de Mesa, Edgardo Vázquez Morales es el encargado de dirigir los pasos deportivos del jovencito.
Esa mañana también era el encargado de entrenar una veintena de jóvenes de diversas categorías que estaba a punto de salir para los Campeonatos Panamericanos, algunos para Argentina y otros para Ecuador, en este grupo viajaría Steven.
“El tenis de mesa es mi pasión”, afirmó el pequeño, #1 en el Mundo en la categoría de 13 años, mientras hablaba de su ascendente carrera en esa disciplina deportiva.
Narró que comenzó a jugar tenis de mesa cuando tenía 7 años. Lo hizo en la Academia Menonita Betania, donde estudió sus grados primarios. En ocasión de un cumpleaños le pidió a su papá, Alex Moreno Vázquez, que le regalara una mesa de ping pong.
Descubren su talento
Según comenzó a practicar tenis de mesa, un deporte que cada día lo conquistaba más, sus padres decidieron inscribirlo en un club de tenis que hay en Coamo, donde descubrieron el talento de Steven.
“Mi papá fue mi primer entrenador. Él vio mi talento y me llevó a un club donde estaban los mejores jugadores de Coamo. Allí me llevaron al que es mi entrenador actual”, recordó.
¿Cómo fue la primera experiencia cuando te dijeron que ibas a viajar para representar a Puerto Rico?
“Ese día estaba haciendo mi primera comunión. Iba a ir a una competencia para seleccionar al jugador y gané mi primera competencia internacional. Fui a Santo Domingo, donde gané oro en dobles, oro por equipo, bronce en dobles y bronce en individual. Fueron mis primeras medallas fuera de Puerto Rico”, indicó.
Recordó que luego ganó la oportunidad de participar en el Abierto de los Estados Unidos, donde juegan los mejores de Estados Unidos. Allá ganó dos medallas de oro en la categoría 1800 y 1700. “Ahí me motivé más para seguir, era más pequeño. En ese entonces tenía 9 años”, comentó.
Ir a las Olimpiadas
¿Cuál es tu meta como jugador de tenis de mesa?, se le preguntó. “Llegar a las Olimpiadas; ser campeón mundial y lograr una medalla olímpica”.
¿Cuántas veces has salido a representar a Puerto Rico? “Deben estar como en las 20 o 25 veces”, dijo.
¿Dónde es el país más lejos al que has viajado? “A la República Checa. Fue lo peor para mí, fue malo, mala la comida. Y tenía Covid. No pude jugar la última competencia”.
Covid a millas de Coamo
¿Y qué sentiste cuando te contagiaste con Covid y estabas sin tus padres? “Estaba solo con la delegación y mi entrenador”. ¿Sentías frustración? “Claro, era el último torneo”.
¿Cuál es el país que más te ha gustado? “España, he creado muchos amigos de España. Me gusta como son, como hablan. Y me ha gustado su cultura; donde ellos entrenan. También he compartido mucho con ellos, por eso son mis favoritos”.
¿Quién te ha ayudado en esta carrera? “Mi papá; toda mi familia; los auspiciadores. A todos los que aportan un granito de arena en mi carrera, lo llevo en mi corazón”.
¿Qué te dice la gente cuando te ven en la calle? “Hace tiempo que no comparto con mis amigos de la escuela, pero estoy seguro de que, si los veo, me van a reconocer, me van a hablar, y me van a preguntar como en una entrevista”, dijo ansioso por ese encuentro.
Steven estudia en la escuela de deportes del Albergue Olímpico. En agosto inicia su octavo grado.
¿Cómo combinas el deporte y las clases? “Me envían las tareas on-line, a veces no las puedo hacer porque el ‘Teams’ está bloqueado en algunas partes de Europa o partes de Estados Unidos, pero gracias a Dios he contado con el apoyo de la escuela y me han desbloqueado todo eso para para hacer las tareas”.
Los días de Steven inician a las 5:00 am. para una rutina de entrenamiento. A las 6:30 am. se baña para comenzar el entrenamiento con la delegación de tenimesistas hasta las 3:30 pm. cuando su mamá lo busca y regresa a su vivienda.
En su casa descansa un poco, se alimenta y acude al gimnasio al entrenamiento de fortalecer músculos de piernas y brazos.
Y tu mamá ¿está contenta? “Si está contenta. Este deporte lo escogimos como un deporte de recreación, no pensamos que fuera a llegar donde estoy hoy, pero gracias a Dios, a mi entrenador, pues seguimos aquí”.
¿Qué otra recreación haces que no sea deporte? “En el teléfono, estudio, veo vídeos de tenis de mesa. ¿Juegas con la computadora? “No”, aseguró. Tampoco acostumbra a correr bicicleta por el barrio y que apenas ve televisión. “Muy poco”, comentó.
¿Satisfecho con lo que has logrado a tus 12 años? “Sí. Esto no es un trabajo”.
¿En algún momento has pensado que pudieras dejar todo? “Realmente no”.
¿Qué le dirías a otros niños que quieran practicar un deporte?
“Si van a practicar un deporte o cualquier cosa, nunca se rinda. Si en el deporte no ve los frutos, lo van a ver en su vida. Lo que yo siempre digo es que, nunca se quiten y sigan tras sus sueños”.