Por Miguel Díaz Román
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PONCE – La tensión y el descontento crecen en la cárcel de máxima seguridad del complejo carcelario Las Cucharas de Ponce, conocida como “El Monstruo Verde”, luego de que el secretario de Corrección, Eduardo Rivera Juanatey, ordenó que los confinados permanecieran encerrados en sus módulos hasta el 5 de enero del 2020 y todas las actividades regulares y las pautadas para el periodo navideño fueron suspendidas.
En respuesta, los confinados de esa institución penal han decretado una huelga de hambre por la intransigencia de Juanatey de imponer el llamado “lockdown” y por otros reclamos, entre los que figuran la pobre calidad de las comidas y la presunta falta de actividades dirigidas a la rehabilitación. Así lo indica un mensaje de los confinados de esa institución y que fue colocado en las redes sociales.
A su vez, la Asociación Pro Derechos del Confinado (ADC) responsabilizó al secretario de Corrección por los incidentes que ocurran en el “El Monstruo Verde” tras la suspensión de actividades y el recrudecimiento de las condiciones de aislamiento y encierro que padecerán los confinados, debido a la orden que les impide salir de sus módulos y mantener contacto con sus familiares durante la época navideña.
Aviso de ‘lockdown’ (encierro).
“Queremos que esté consciente de lo que puede generar ese encierro, y que haremos responsable públicamente al Departamento de Corrección que usted dirige por algún confinado que atente contra su propia vida por la ansiedad y depresión producida por ese encierro 24 / 7 injusto y arbitrario”, sostuvo Madeline Gotay, portavoz ADC. Las expresiones de Gotay surgen de una carta enviada el secretario de Corrección el pasado 8 de diciembre y que ayer hizo pública.
En entrevista con Es Noticia, Gotay señaló que “la tensión y el descontento existente en ‘El Monstruo Verde’ puede desencadenar condiciones mentales como la depresión que podrían provocar que algunos miembros de la población penal atenten contra su propia vida”.
En lo que va del presente año se han registrado 52 muertes de confinados en las instituciones correccionales del país.
La muerte más reciente ocurrió el 4 de diciembre pasado cuando el cuerpo del confinado Flores Rodríguez Feliciano, fue encontrado sin vida en su celda en la cárcel Las Cucharas.
Según la Policía, en la escena y junto al cadáver se encontró una jeringuilla con líquido en su interior. Semanas antes, otro confinado murió en el penal de Bayamón 705.
La ADC, que también es conocida como la asociación Ñeta, mantiene un código de conducta dentro del presidio para los confinados.
Es Noticia le solicitó al portavoz de prensa de Corrección, Héctor Pérez, una reacción del secretario en relación a los planteamientos de los confinados, pero hasta ayer en la noche no se había recibido una comunicación oficial.
“La población asociada en todas las instituciones está pagando las consecuencias de los incidentes ocurridos por otras poblaciones. Le solicitamos investigue, visite la institución, y tome cartas en este asunto, ya que la población asociada no puede seguir siendo reprimida por incidentes que no han provocado”, añade la carta.
La suspensión de actividades fue informada el pasado 6 de diciembre por medio de un comunicado a la población carcelaria que fue firmado por los superintendentes Elvin Alicea Irizarry y Nestor Ortiz Montero. La ADC sostiene que la decisión se tomó sin tomar en consideración la buena conducta y disciplina de la población de esa institución.
“Ellos se han esforzado todo el año por mantener una buena disciplina y ganarse privilegios, para poder compartir con sus familiares en esta época navideña, que es cuando más afloran los sentimientos de impotencia y desosiego al no poder estar con sus familiares”, señala la comunicación.
A finales del pasado mes de julio, el oficial correccional Pedro Joel Rodríguez Mateo murió a consecuencia de los golpes que le propinó un confinado en la cárcel Las Cucharas de Ponce. Dos semanas después se informó que el presunto asesino de Rodríguez Mateo, el confinado Luis Sostre Picinnini, murió mientras se encontraba segregado en la cárcel Guayama 1,000. Hasta el momento Corrección no ha revelado la causa de la muerte del confinado, que está actualmente bajo investigación.
En la carta, Gotay indica que tras la muerte de oficial penal Rodríguez Mateo fue suspendida una actividad familiar de la población asociada que no tuvo que ver nada con la muerte del oficial penal.
Gotay también alegó que los miembros de la ADC no han estado involucrados en los sucesos recientes en esa cárcel. Inclusive, la portavoz sostuvo que por el buen comportamiento y la disciplina demostrada por los miembros de la ACD se había pautado para los días 17 y 19 de diciembre una actividad en la que los familiares de confinados les llevarían pizzas y otros alimentos. Esta actividad quedó suspendida por la orden del secretario de Corrección.
Gotay tildó de “injusto, abusivo y arbitrario” la suspensión de actividades en Las Cucharas y agregó que “castigar y encerrar 24 / 7 a una población estando la administración consciente de su disciplina, no creo que sea la mejor forma de premiar el buen comportamiento, ya que esta situación los desanima y les deja entrever que no importando el comportamiento que tengan, pagarán los platos rotos de otros”, según la carta.
Ayer se supo que funcionarios de Corrección habían expresado la intención de reducir las restricciones del “lockdown” pero no se había recibido una comunicación oficial que informara sobre la nueva directriz y su alcance.
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